En pocos días el paisaje de la zona del Lago de Texcoco se alteró de manera drástica debido a la tala indiscriminada de árboles, introducción de ductos, demolición de casas habitación, destrucción de pozos de riego agrícola, canalización de ríos y por el grave daño ecológico provocado por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, aseguraron integrantes de la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del estado de México en Defensa de la Tierra, Agua y su Cultura.

Las obras incluyen carreteras y vías de ferrocarril, y se otorgaron predios para parques industriales, unidades habitacionales y zonas comerciales. Están acabando con la vida de especies endémicas de plantas y animales y el cultivo de alimentos sanos, así como tesoros nutricionales ancestrales, como el alga espirulina y el santuario de las aves migratorias, agregaron.

Destrucción de cerros, sustitución de suelo natural

Gabriela Vega Téllez y Heriberto Salas, integrantes de la coordinadora, aseguran que se están abriendo nuevas vías en los ejidos sobre las tierras de cultivo y en la ribera de los ríos San Juan y Papalotla, lo que implica la tala de gran cantidad de árboles adultos para ampliar los caminos rurales existentes, a fin de permitir la entrada de cientos de camiones y tráileres que transportan materiales como tezontle, teyolote, tepetate y piedra, los cuales se extraen con la destrucción de los cerros de la Cuenca del Valle de México, para intentar sustituir el suelo natural del lago.

Todo esto está acabando con la biodiversidad y su función reguladora de temperatura (cambio climático), de la lluvia y los escurrimientos de las partes altas de la cuenca, además de que se afecta a las comunidades aledañas, despojándolas de sus propiedades y se demuelen sus casas, provocando desplazamiento forzado de familias enteras y se termina con su patrimonio, al tiempo que pone en riesgo la seguridad alimentaria, de vivienda y económica de estas personas.

Por otro lado, agregaron los representantes de la coordinadora de pueblos y organizaciones, en los ejidos se han instalado redes de sistemas de riego por aspersión que llegan hasta el perímetro de las obras previas a la construcción del nuevo aeropuerto, como la barda perimetral, simulando un apoyo a los campesinos, lo cual en realidad tiene la finalidad de despojar a las comunidades del caudal de agua de los pozos de riego para beneficiar a las empresas urbanizadoras, industriales, hoteleras y comerciales, además de que se afectan los terrenos parcelados de los ejidos de las comunidades ribereñas.