Sochi.

La selección alemana debutó en la Copa Confederaciones de Rusia con una victoria 3-2 ante Australia, en Sochi, un marcador que podría haber terminado más abultado para los campeones mundiales si no hubiera sido por su falta de contundencia y los errores del arquero Bernd Leno.

El conjunto de Joachim Löw, quien llegó con rostros nuevos al torneo, demostró que esta generación posee gran potencial ofensivo, pero necesita mejorar su trabajo en defensa. Aun así, se impuso con tantos de Lars Stindl, al minuto cinco; Julian Draxler, al 44, de penal, y Leon Goretzka, al 48. Alemania está en la cima del grupo B, junto a Chile (esta última con mejor diferencia de goles); ambas selecciones se enfrentarán el jueves en Kazán.

Para los campeones de Asia, que jugarán el jueves con Camerún en San Petersburgo por su continuidad en el torneo, anotaron Tom Rogic, al 41, y Tomi Juric, al 56.

El inexperto equipo alemán dio así un exitoso primer paso en un torneo que Löw está utilizando de ensayo. Los jóvenes germanos mostraron buen nivel, sobre todo en la primera etapa, aunque terminaron sufriendo más de lo debido, algo que no se podrán permitir ante Chile.

Alemania salió al estadio Fisht, de Sochi, con la misma idea que distingue a sus equipos desde hace años: balón al piso, juego asociado, mucha movilidad para generar espacios y la rápida circulación de la pelota.

El conjunto germano, que cuenta en Rusia con apenas tres campeones mundiales de 2014, fue muy superior en el inicio del encuentro. Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando, tras una gran combinación ofensiva, Julian Brandt descargó hacia atrás en el área y Stindl definió.

De los pies del talentoso Goretzka, de 22 años, salieron las mejores aproximaciones de los teutones. Tras asistir a Wagner, el mediocampista dejó solo a Brandt, quien pese a resbalar consiguió lanzar un disparo que Mathew Ryan mandó al tiro de esquina.

Lo de Alemania era un monólogo en el arranque del partido y el público ruso, que asistió en buena cantidad al estadio ubicado a orillas del Mar Negro, aunque sin llenarlo, comenzó a inclinarse por los oceánicos. La reacción australiana llegó ante una Alemania que se relajó demasiado.

Un cabezazo fallado por Trent Sainsbury, quien quedó solo en el área tras un tiro de esquina, dio el primer aviso a los alemanes. Poco después llegó el empate: luego de que Draxler perdió el balón, Rogic disparó desde afuera del área y encontró una débil resistencia de Leno (1-1).

Alemania volvió a despertar. Massimo Luongo derribó claramente a Goretzka en el área y Draxler se encargó de transformar el gol desde los 11 pasos. Löw celebraba con el puño apretado en el banco.

En la segunda etapa, Alemania salió decidida a no permitir más sorpresas y aumentó diferencias por conducto de Goretzka, la gran figura del encuentro a esas alturas, quien tras recibir un buen pase de Kimmich definió con potencia.

Sin embargo, otro error de Leno volvió a meter al partido a Australia. El arquero del Bayer Leverkusen no consiguió retener el balón y Tomi Juric anotó el segundo gol australiano en una jugada que fue revisada por los árbitros de video. Tras unos momentos de incertidumbre, se mantuvo el fallo inicial y se confirmó el tanto.

Alemania sufrió en los minutos finales, aunque también estuvo cerca de ampliar su ventaja con Timo Werner, la estrella del Leipzig, quien estrelló el balón en el palo.