Avelar, Portugal.

Al menos 61 personas murieron en incendios forestales en el centro de Portugal, muchas quedaron atrapadas en sus vehículos cuando las llamas alcanzaron una carretera, en lo que el primer ministro, Antonio Costa, describió como la mayor tragedia en vidas humanas que hemos tenido en años.

El gobierno decretó el domingo tres días de luto nacional en memoria de las víctimas.

Las autoridades informaron en un inicio de 62 personas fallecidas, pero más tarde Costa redujo la cifra a 61 y explicó que una víctima fue contada dos veces.

Seguramente encontraremos más víctimas, añadió el primer ministro, conmovido por la tragedia luego de una visita al lugar del incendio, en Pedrogao Grande, a unos 50 kilómetros de Coimbra, en la región de Leira.

Unas 54 personas resultaron heridas, incluidos cuatro bomberos y un menor herido de gravedad, según la televisora pública RTP, que citó al secretario del Interior, Jorge Gomes. Agregó que muchas de las víctimas quedaron atrapadas entre las llamas en el interior de sus coches cuando circulaban por una carretera cercana. Es difícil decir si huían del fuego o fueron sorprendidos por él, según Gomes.

Se cree que un rayo provocó el fuego, ya que los investigadores hallaron un árbol que recibió un impacto durante una tormenta eléctrica seca, según indicó el responsable de la policía nacional judicial a los medios.

Las tormentas secas son habituales cuando el agua que cae se evapora antes de llegar a la tierra debido a las altas temperaturas. Al igual que otros países de la Europa meridional, Portugal es propenso a los incendios forestales en los meses estivales.

El incendio, que se desencadenó la tarde del sábado en la zona de Pedrogao Grande y se propagó rápidamente a otros dos municipios del distrito de Leiria, es el más mortífero del pasado medio siglo en Portugal.

Más de mil 600 efectivos combaten las llamas con el apoyo de unos 495 vehículos y 16 aeronaves, según la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), citada por la agencia de noticias Lusa.

Esta es una región que ha tenido incendios en sus bosques, pero no podemos recordar una tragedia de estas proporciones, dijo Valdemar Alves, alcalde de Pedrogao Grande. Estoy conmocionado por el número de muertos, expresó.

Las autoridades habían señalado antes que las temperaturas hasta de 40 grados centígrados registradas en el país en días recientes podrían haber influido. El incendio se encontraba unos 150 kilómetros al norte de Lisboa, señaló Gomes.

Un enorme frente de humo negro y llamas rojas se alzaban sobre los árboles en la boscosa región, cerca de una zona habitacional. Isabel Brandao, vecino del lugar, declaró a la agencia Ap que había temido por su vida.

Ayer vimos el incendio, pero creímos que estaba muy lejos. Nunca pensé que llegaría a este lado, dijo. A las tres y media de la madrugada (hora local), mi suegra me despertó y ya no volvimos a dormir. Teníamos miedo de que el fuego nos alcanzara.

RTP mostró imágenes tomadas desde el pueblo vecino en las que se veía a varias personas en una carretera, tratando de escapar de una densa humareda que había reducido la visibilidad a apenas unos metros. En la grabación se veía a un joven compartiendo una botella de agua con una mujer muy afectada que había llegado por la carretera.

Los equipos de bomberos han tenido problemas para acercarse a la zona, porque el fuego es muy intenso, señaló el premier Costa. Las autoridades portuguesas trabajaban para identificar a las víctimas y equipos de rescate españoles asistirán en las labores de extinción del fuego, añadió.

La agencia portuguesa de protección civil, que coordinaba las tareas de extinción, emitió una alerta el viernes por aumento del riesgo de incendios forestales y prohibió encender fuegos al aire libre.

La Unión Europea activó su mecanismo de protección civil para ayudar a Portugal a combatir el fuego. La UE está totalmente lista para ayudar, afirmó el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, quien expresó en un comunicado sus condolencias por las víctimas.

España y Francia enviarán aeronaves para ayudar a las labores de extinción del siniestro en respuesta a una petición de Portugal, indicó el comisario.