Lunes 19 de junio de 2017, p. 21
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) criticó que entre 2012 y abril de 2017 el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, como indicador más amplio de la deuda, haya crecido 58 por ciento, lo cual significa 3.4 billones de pesos, por lo que apremió al gobierno federal a asignar de mejor manera el gasto y a que las autoridades estatales contribuyan con una mejor recaudación.
Aun cuando se logren los objetivos planteados en el Presupuesto de Egresos de 2017, es claro que las presiones seguirán, toda vez que, además de una necesidad constante de mayores ingresos, las presiones sobre el gasto continuarán. Es fundamental consolidar fuentes de ingresos permanentes y dejar de depender de los no recurrentes. Para ello se requiere una política tributaria que vaya de la mano con el objetivo de crecimiento y bienestar del país, lo cual significa que en este caso debe predominar una carga impositiva equitativa que se convierta en estímulo para la inversión y el empleo
, manifestó.
Señaló que si bien es cierto que en los primeros cuatro meses del año las finanzas públicas mostraron un desempeño favorable, resulta evidente que la prioridad del gobierno federal debe ser una mejor asignación del gasto.