La economía mexicana está entrando en un círculo virtuoso, impulsada por el consumo y un aumento de las exportaciones motivada por un mayor dinamismo de la actividad en Estados Unidos, aseguró este jueves Luis Robles Miaja, presidente del consejo de administración de BBVA Bancomer, el mayor intermediario financiero del país.

La economía va muy bien, a veces me sorprende que se interpreten mal las cosas, porque el consumo va bien, no con el dinamismo del año pasado, pero es que en 2016 tuvimos un dinamismo bruto, dijo Robles Miaja, también vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

Todos los fundamentales que hacen que la economía crezca están funcionando, como son el consumo y las exportaciones, añadió. Quizá, lo que está frenada es la inversión del sector público, que no está teniendo un impacto importante en el crecimiento del producto interno bruto, pero el resto de los motores de la economía están tirando y tirando bien. Yo espero que este sea un mejor año de lo que muchos pronosticaron al inicio, sostuvo en declaraciones a la prensa después de inaugurar Edufin Summit 2017, un foro de educación financiera organizado por BBVA.

En este contexto, planteó que el reciente incremento de tasas de interés en Estados Unidos debe ser interpretado como una muestra de que la economía de aquel país está alcanzando su velocidad de crucero y eso es bueno para México porque no olvidemos que la economía mexicana y la estadunidense van de la mano.

Diversos analistas anticipan que la próxima semana el Banco de México subirá nuevamente su tasa de interés de referencia, para mantener el diferencial respecto de las vigentes en Estados Unidos. Allá se ubicaron, con el incremento de ayer, en un rango de 1 a 1.25 por ciento, mientras que aquí la tasa del banco central –que ha aumentado nueve veces desde diciembre de 2015– es de 6.75 por ciento.

Interrogado al respecto, Robles Miaja consideró que el alza en la tasa de referencia del banco central –que ha pasado de 3 por ciento en diciembre de 2015 al nivel actual de 6.75 por ciento– no ha generado presiones para el otorgamiento de crédito por parte de la banca.

Además, lo que se verá en la segunda mitad del año es una menor inflación y eso también es muy importante para las familias. Creo que estamos entrando en un círculo virtuoso, porque si empieza a ir para abajo la inflación, se empieza a reparar un poco el poder adquisitivo de las familias y si sigue generando empleo formal, el crédito no se ve sustancialmente afectado en su costo y por tanto en su dinamismo, dijo.

Hasta ahora, aseguró, las instituciones financieras han absorbido la mayor parte del costo representado por el aumento en las tasas de referencia. Llega el momento en que, obviamente, eso es insostenible y creo que ya estamos cerca de ese momento, dijo.

Sin embargo, planteó que tampoco debe haber una sobrerreacción por un eventual alza en la tasa de interés del banco central la próxima semana porque, en caso de ocurrir, será de una fracción de punto porcentual que no va a impactar el bolsillo de las familias de manera significativa y no va a frenar la dinámica crediticia.