En México las brechas en la infraestructura escolar están fuertemente asociadas a la desigualdad educativa y social, afirmó Francisco Miranda López, titular de la unidad de normatividad y política educativa del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), quien anunció que este año se aplicará una revisión del diseño, implementación y resultados del programa Escuelas al Cien, con el que se busca invertir 50 mil millones de pesos antes de que concluya el sexenio.

En el foro internacional de Infraestructura Física Educativa, destacó que en el país no se cuenta con indicadores para determinar cuánto mejora la infraestructura en relación con los déficits identificados en el Censo de escuelas, maestros y alumnos de la educación básica y especial, el cual, dijo, sólo llegó a 86 por ciento de los planteles.

Evaluación de programa

En entrevista, explicó que con Escuelas al Cien, cuya finalidad es atender las necesidades de infraestructura escolar de 33 mil planteles en zonas urbanas, rurales e indígenas, tenemos que responder a ciertas preguntas, como si el programa está bien diseñado, se está implementando bien y si se están gastando correctamente y de forma transparente los recursos. Los primeros resultados, indicó, podrían darse a conocer en el segundo trimestre de 2018.

Estamos muy a tiempo, agregó, de evaluar su impacto, en particular cuando se acerca un cambio de gobierno que permita definir si una política pública funciona y emitir directrices de mejora.

Ante especialistas convocados por la oficina local de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), destacó que México enfrenta una enorme desigualdad en la infraestructura, pues 76 por ciento de planteles a los que asiste el quintil más pobre de la población padece una o más carencias, frente a dos de cada 10 del quintil más rico.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reporta 22 programas destinados a infraestructura escolar, es decir, hay recursos para invertir, pero se corre el riesgo de que haya traslapes y descoordinación institucional en la aplicación de los fondos.

También, agregó, hay desafíos como la falta de sistemas de información actualizados para identificar las carencias y problemas en las escuelas de educación básica y media superior, así como la carencia de una definición adecuada de la población objetivo y que los planteles con mayores necesidades de infraestructura física no son considerados en los programas, lo que revela un problema de focalización.

En México, subrayó, tenemos un grave problema de desigualdad en el acceso a la infraestructura escolar, a lo que se suma que no hay evidencia sobre los resultados finales de las acciones en relación con el aprendizaje y rendimiento de niños y adolescentes.

En tanto, Ricardo Acosta, director general de Banca de Inversión de la SHCP, destacó que hasta mayo pasado se habían contabilizado 10 mil 728 proyectos de licitación en ejercicio para infraestructura escolar, así como 14 mil 128 millones de pesos contratados, y 8 mil 501 millones en avances pagados.