El fiscal especial Mueller interroga a altos funcionarios de inteligencia: Washington Post
Mike Rogers, director de la NSA, entre los que han aceptado ser entrevistados al respecto
La indagatoria ahora va más allá de la presunta injerencia rusa en la elección presidencial
Jueves 15 de junio de 2017, p. 27
Nueva York.
Donald Trump está bajo investigacion por posible obstrucción de la justicia, reveló esta noche el Washington Post, en la primera noticia de que el propio presidente está bajo la lupa de la indagatoria que inicialmente sólo estaba enfocada en la interferencia rusa en el proceso electoral.
Robert Mueller, el fiscal especial encargado de la investigación de la injerencia rusa en la elección de 2016 y sus secuelas, está interrogando a altos funcionarios de inteligencia, en parte para examinar si Trump intentó obstruir la justicia, reportó el Post, que citó a cinco funcionarios que pidieron el anonimato.
Originalmente, la investigación de la FBI encabezada por James Comey, quien fue despedido por el presidente el 9 de mayo, indagatoria que ahora está al mando de Mueller, se había enfocado durante meses sólo en la presunta injerencia rusa para tratar de influir en la elección, y también sobre si hubo colaboración de alguna especie entre integrantes de la campaña de Trump y Moscú, pero el presidente había sido informado por Comey que él no estaba personalmente bajo investigación.
Eso aparentemente cambió días después del despido de Comey, cuando comenzó la investigación de la FBI sobre la posible obstrucción de la justicia de Trump, y ahora Mueller, en su cargo de fiscal especial, ha incorporado ésta a su cada vez más amplia indagatoria. Entrevistas preliminares con funcionarios de inteligencia indican, según el Post, que la oficina de Mueller está buscando testigos dentro y fuera del gobierno.
De acuerdo con las fuentes, Daniel Coats, director nacional de inteligencia, y Mike Rogers, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), entre otros, han acordado ser entrevistados por los investigadores de Muller esta semana.
La investigación es secreta y no se sabe cuántos ni quiénes más han sido interrogados por la FBI en las semanas recientes.
Con esto se renueva el debate sobre cuáles son las limitaciones de una investigación sobre un presidente en activo, aun si se detecta evidencia de un delito mayor. A Mueller, en su cargo de fiscal especial, se le ha ofrecido un margen de independencia, pero aún sigue bajo la jerarquía del Departamento de Justicia.
Expertos consideran que el Departamento de Justicia no puede presentar una acusación formal contra un presidente, pero puede entregar las conclusiones y la evidencia de tal investigacion al Congreso.
El Congreso tendría que decidir si inicia un juicio político (impeachment), pero con el Poder Legislativo bajo control republicano esto se considera algo muy lejano.
Al parecer –aunque la oficina de Mueller rehúsa comentar sobre el caso– la investigación no sólo está examinando las razones del despido de Comey, sino esfuerzos anteriores de Trump para tratar de influir en la investigacion sobre la injerencia rusa y el papel de algunos de sus colegas.
En particular, varios sucesos ocurrieron en marzo, cuando según filtraciones a la prensa Trump intentó convencer a Coats y Rogers de emitir declaraciones públicas asegurando que no existía evidencia de ninguna coordinación entre la campaña de Trump y los rusos, algo que ambos rehusaron hacer.
Otro incidente de posible interferencia de Trump, ocurrido también en marzo, fue cuando el presidente, después de una reunión en la Casa Blanca, platicó en privado con Coats y el director de la CIA, Mike Pompeo, a quienes solicitó que intervenieran con Comey para lograr que pusiera de lado la investigación en torno a su asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn.
Todo apunta a que las acusaciones de Comey durante su comparecencia ante el Senado la semana pasada, de que Trump le había solicitado dejar ir
la investigación sobre Flynn, y su afirmación de que fui despedido por la investigación sobre Rusia, fui despedido, de alguna manera, para cambiar (...) la manera en que se estaba conduciendo la investigación rusa
, también son parte de esta investigación.
No se sabe si el presidente –quien festejó el testimonio de Comey por confirmar que él no estaba bajo investigación– ya había sido informado de que él ahora está en la lista de los sospechosos.