La mirada del otro se inscribe en el Worldpride, que llegará a Madrid
Jueves 15 de junio de 2017, p. 7
Madrid.
Sandro Botticelli, uno de los genios del Renacimiento, fue enjuiciado por cometer sodomía
con uno de los muchos jóvenes que frecuentaban su taller. Fue absuelto, pero jamás se repuso de la infamia y en un ataque de furia acabó quemando la mayor parte de su obra.
También fueron sometidos a un proceso parecido Leonardo da Vinci y Caravaggio, por una denuncia anónima que les provocó profunda alteración en su quehacer creativo. El italiano Guido Reni, quien creó algunas de las piezas homoeróticas
más bellas de la época, también fue juzgado junto con los mancebos
con los que se relacionaba y que fueron ejecutados.
Las anteriores son algunas de las historias y las obras de arte con las que el Museo Nacional del Prado ha perfilado un nuevo itinerario de su colección permanente.
La homosexualidad, o la sodomía
como se le conocía en la antigüedad, o las prácticas eróticas fuera de la normalidad
o la persecución física de artistas por la moral de la época forman también parte de la historia del arte. Así como la transexualidad o la histórica represión en torno al amor entre dos personas del mismo sexo.
El museo presentó un nuevo itinerario, La mirada del otro, en el que mediante 30 piezas que se exponen habitualmente en su colección permanente se lanza un mensaje incluyente e igualitario en torno a la sexualidad, con obras de Rubens, Caravaggio, esculturas clásicas y hasta un dibujo que habitualmente no se muestra en las salas de Francisco de Goya, El maricón de la Tía Gila, obra crucial para entender el sentido de la nueva propuesta de la pinacoteca madrileña.
Arte y homosexualidad
Madrid se convertirá en los próximos días en la capital mundial del llamado Worldpride, en unos actos internacionales que celebran la igualdad de derechos de los homosexuales, lesbianas y transexuales.
Para sumarse a esas actividades a las que acuden a la capital española cada año centenares de miles de personas, el Museo del Prado desarrolló una propuesta estrictamente artística, basado en criterios historiográficos y estéticos, en los que se explora la homosexualidad
desde varias perspectivas.
El itinerario está dividido en cuatro propuestas de recorrido, el primero es Amistades inmortales, en el que se propone un acercamiento a las relaciones sentimentales y políticas entre personas del mismo sexo. El segundo, Perseguir los deseos, aborda la persecución que tanto los artistas como las obras de arte sufrieron a lo largo de la historia tanto por su identidad personal como por su contenido o iconografía, en cuanto visibilizaban relaciones o identidades fuera de los imperativos morales de su época.
En el tercero, Engañosas apariencias, la desobediencia a lo normativo del cuerpo se manifiesta en representaciones históricas, como en la escultura Hermafrodito o las mujeres barbudas de Ribera y Sánchez Cotán, a los que se añaden ejemplos de travestismo o intercambio de papeles de género.
Amar como los dioses es el último: agrupa obras de carácter mitológico que representan las relaciones entre iguales en escenarios ajenos al mundo real y que fueron destinadas a espacios reservados a la mirada del poder: sólo los poderosos podían contemplar, y protagonizado por dioses, lo que estaba prohibido a los mortales.
La mirada del otro concluirá el 30 de septiembre.