Suwon.

La selección inglesa de futbol se coronó por primera vez campeona mundial Sub-20 al derrotar 1-0 a Venezuela en la final del torneo juvenil que se disputó en Corea del Sur. El tercer puesto fue para Italia, que batió a Uruguay en penales (4-1) tras igualar 0-0. El torneo dejó un agrio sabor de boca al futbol sudamericano.

El delantero del Everton, Dominic Calvert-Lewin anotó a los 33 minutos y puso fin a la hazaña de la vinotinto. Venezuela nunca había llegado tan lejos en un torneo mundial en ninguna de las categorías, no obstante, tuvo el empate en los pies de Adalberto Peñaranda, pero su penal a 17 minutos del final fue detenido por Freddie Woodman.

El equipo dirigido por Rafael Dudamel cumplió de todas formas una actuación histórica para el deporte de Venezuela en medio de la crisis política y social que vive el país. Inglaterra, por su parte, celebró su primer título mundial desde el campeonato de mayores ganado en 1966, hace más de cinco décadas.

“Se siente mucha tristeza, porque soñaba con verlos campeones. Hoy no hemos podido dar esa alegría a nuestro país, pero estoy seguro que en los corazones, la mente y en la historia de nuestro futbol serán los campeones vinotintos por el resto de nuestras vidas”, destacó Dudamel tras el encuentro.

Tengo orgullo, tengo felicidad, porque han sido valientes y han jugado con una dignidad, con un orgullo, con un amor propio de ser venezolanos, señaló el entrenador, que se mostró esperanzado en que la actuación ayude a la evolución del futbol nacional.

La primera etapa tuvo un claro dominio inglés, pero en la segunda parte Venezuela presionó y acorraló a los europeos, aunque sin eficacia en la definición.

Inglaterra, que tenía como mejor resultado en el Mundial Sub-20 el tercer puesto alcanzado en 1993, se adelantó gracias al poder ofensivo de Calvert-Lewin, quien luchó un balón y tras ganar por arriba lanzó un disparo que fue tapado por Wuilker Faríñez. Sin embargo, el rebote quedó a sus pies para adelantar a los ingleses.

En la segunda parte, el equipo sudamericano se lanzó en busca del empate y estuvo cerca de conseguirlo, aunque también pudo haber ampliado la ventaja Inglaterra con un disparo al travesaño de Josh Onomah.

La jugada decisiva ocurrió cuando el árbitro cobró un claro penal en favor de Venezuela. Peñaranda, una de las figuras del torneo, lanzó muy centrado y Woodman paró el balón.

En la final de consolación el juego se resolvió desde los 11 pasos (4-1), donde los italianos no erraron ninguno de sus cuatro lanzamientos, mientras que Rodrigo Amaral y Juan Boselli lo hicieron para la Celestita. Italia selló así su mejor papel en esta categoría, mientras que Uruguay finalizó cuarto por tercera vez en la historia.

Los futbolistas uruguayos no habían mostrado un especial interés por conquistar el tercer sitio. Una pelea con la delegación venezolana horas antes del choque no auguraba un partido en que los uruguayos saltasen al estadio con la concentración necesaria.