El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, aceptó los argumentos del sector empresarial de que no es buen momento para aumentar el salario mínimo debido al nivel inflacionario actual, pero al mismo tiempo les pidió sentarse a dialogar con la perspectiva de que hay buenas señales en la economía.

Sin embargo, el funcionario subrayó que un eventual aumento no es un asunto que decide el gobierno, sino los patrones, quienes pagan a los trabajadores. Cada año, los representantes de los sectores obrero y empresarial, así como las autoridades federales, determinan el movimiento del salario mínimo.

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), tiene un punto de vista de razón. Si ellos ya tienen esa definición, entonces ahora sí habrá que sentarnos y ver si ese punto de vista es real y sobre esto tomar una posición sensata en favor de los trabajadores, dijo.

El presidente del CCE dijo el jueves que un posible incremento a los salarios mínimos tendrá que esperar a una estabilidad ­inflacionaria.

Consultado al respecto, el responsable de la política laboral del país confió en que pronto se dé por superado el factor de mayor inflación.

Si hay la voluntad para hacerlo y el gobierno tiene para encontrarle salida, se puede lograr. Estoy convencido de que hay condiciones para que antes de diciembre ese argumento que se ha señalado de la inflación podamos tener una respuesta (en el comportamiento de la economía), comentó.

Dijo que desde hace más de 30 años, la inflación fue un elemento vinculado inadecuadamente al minisalario; ahora sigue en vigor la campaña de difusión relacionada con que ese factor de pago corre por cuenta separada de la inflación anual.

Los dirigentes del sector obrero están atentos al proceso de evaluación en este tema, pero tienen claro, agregó, que no procede en estos momentos un aumento de emergencia, como se entendía en los años 70 u 80, pero si hubiera consenso que pudiera ayudar a los trabajadores que menos tienen, sería muy bueno para el país.

Para evaluar el nivel mínimo necesario de ingreso de un trabajador, la Constitución señala un salario remunerador, suficiente para cubrir las líneas de bienestar.

No me quiero pronunciar sobre una cifra para no generar un debate, eso no es lo que quiero; lo que quiero es que aumente (el minisalario), dijo en entrevista.

El secretario hizo énfasis en que hay diversos puntos de vista y su responsabilidad es establecer una mesa de diálogo.

El gobierno federal, agregó, está dispuesto a apoyar un aumento, pero que éste sea por consenso de quienes lo pagan, toda vez que ese dinero no sale del gobierno, no es un subsidio.

Si hay la voluntad para hacerlo y el gobierno tiene para encontrarle salidas se puede lograr. Estoy convencido de que hay condiciones para que antes de diciembre, ese argumento que se ha señalado, de la inflación, podamos tener una respuesta. El comportamiento de la economía nos lo indica: se está revaluando el peso, las reservas siguen firmes, tenemos capacidad enorme de creación de empleos.

Para ver el asunto de los mínimos, dijo, “es necesario analizar el comportamiento de la canasta básica y que el salario de ese tipo no se interprete como un ‘efecto faro’ para el resto de los salarios contractuales porque en tal caso no ayudamos al trabajador”.

La recuperación del salario mínimo en los años recientes es de 6.6 por ciento, pero sigue siendo un nivel bajo respecto de todo lo que se perdió en 40 años.

El secretario Navarrete Prida fue entrevistado al término de la entrega de reconocimientos a 119 centros laborales por prevenir y erradicar el trabajo infantil, es decir, en menores de 15 años.