El anuncio de Carles Puigdemont, sólo verbal para evitar que Madrid impugne la decisión
Según encuestas, más de 75% de la sociedad apoya la realización de esa consulta ciudadana
Sábado 10 de junio de 2017, p. 26
Madrid.
Cataluña celebrará un referendo de independencia del Estado español el próximo primero de octubre, en el que se preguntará a los catalanes: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?
Así lo anunció el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, rodeado por todo su equipo de gobierno y de los principales dirigentes de la coalición que impulsa el proceso de secesión, Junts pel Sí.
El enfrentamiento entre España y Cataluña ha subido de intensidad tras el anuncio hecho por los principales dirigentes de la región de que celebrarán la consulta ciudadana para iniciar el proceso de independencia unilateral. El gobierno español, del derechista Mariano Rajoy, insistió en que la consulta no se realizará
, pero no aclaró qué métodos empleará para evitar que las autoridades catalanas saquen las urnas a las calles para conocer la opinión de la ciudadanía sobre su independencia.
Después de reunirse el Consejo de Ministros del gobierno, el vocero, Íñigo Méndez de Vigo, reiteró ante los medios de información lo que el presidente español ha repetido: Ese referendo es ilegal y, por tanto, no se va a celebrar
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Cataluña vive desde hace cinco años un proceso de separación del Estado español, en gran medida motivado por el aumento de los partidarios de la independencia y la puesta en marcha de su Estatuto de Autonomía, así como por la celebración de las consultas ciudadanas relacionadas con la independencia. En 2014, de manera unilateral, el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, realizó una consulta ciudadana que Madrid sometió al dictamen del Tribunal Constitucional, que inhabilitó para ejercer cargo público a Mas y a los principales responsables de llevar a cabo el referendo.
En esta ocasión las autoridades catalanas únicamente hicieron el anuncio de forma verbal para evitar que el gobierno español impugne la decisión –que todavía no es oficial– ante la justicia, lo que podría provocar la suspensión del referendo.
Puigdemont afirmó: “Venimos, pues, de una larga y decepcionante colección de No por parte del gobierno español y de las cortes generales a todas las propuestas que les han sido dirigidas para resolver de manera acordada y dialogada el conflicto político que existe entre Cataluña y el Estado español. Lo único que no ha sido nunca votado en el Congreso ha sido la propuesta del gobierno español para Cataluña. Quizá es que no hay ninguna, ni se la espera”.
Por tanto, añadió, la resolución de la demanda catalana se hará de este modo: o referendo o referendo. Perseguiremos el acuerdo hasta el último día, trabajaremos con la voluntad de hacer un referendo acordable con el Estado en todo momento, pero si llegamos al final de la legislatura y no ha habido ninguna respuesta positiva en este sentido, estaremos preparados y a punto para subir el último escalón antes de proclamar de manera efectiva la independencia de Cataluña y, a lo sumo, convocaremos una consulta para la segunda quincena de septiembre del año que viene
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Según las últimas encuestas de intención del voto, más de 75 por ciento de la sociedad catalana es partidaria de que se consulte a la ciudadanía a través de un referendo sobre la independencia. Sin embargo, en la votación final el reparto está empatado, la mitad de la sociedad catalana es partidaria de la secesión y la otra mitad no.