El Partenón de los libros, de la artista argentina, es un alegato contra la censura
Jueves 8 de junio de 2017, p. 6
Kassel.
Este templo no preside la Acrópolis de Atenas, sino la ciudad alemana de Kassel. Sus columnas no son de mármol, sino de libros prohibidos en el pasado en algún lugar del mundo, todo un alegato de la argentina Marta Minujín contra la censura.
El Partenón de los libros, una instalación monumental, se perfila como la principal atracción de Documenta 14.
Esa obra reina en una de las principales plazas de esta ciudad alemana. Minujín, de 74 años, y emblema del pop art en Sudamérica, la considera su creación más política
.
A la sombra de un olivo plantado en una maceta, un ejemplar de la novela El primer círculo, del disidente soviético Aleksandr Solzhenitsyn, espera su turno. En unos minutos una grúa lo sube a lo alto de una de las 46 columnas de este Partenón constituido por una armadura metálica tapizada de libros.
Junto a la novela del escritor ruso destacan la Biblia, El gran Gatsby, Los versos satánicos, Las aventuras de Tom Sawyer y Sherlock Holmes.
La lista de obras otrora censuradas parece un inventario.
Todos los libros se meten en una funda de plástico para protegerlos de las caprichosas inclemencias del tiempo. Luego los fijan a la armadura que reproduce la obra maestra arquitectónica del siglo V aC.
Tiene exactamente la misma dimensión que el Partenón: 70 metros de largo por 31 metros de ancho y 10 metros de alto
, explica uno de los comisarios de la muestra, Pierre Bal-Blanc.
En la Friedrichsplatz de Kassel, la instalación artística reproduce –añade– la posición del Partenón en la Acrópolis.
Desde aquí se tiene el mismo punto de vista que cuando se está delante de los Propíleos
, la entrada monumental a la Acrópolis, detalla. Su orientación, un poco en diagonal, hace que su presencia sea mucho más impresionante porque se ve en perspectiva y no frontalmente
.
El Partenón de los libros se vuelve un símbolo estremecedor en Alemania (por su pasado nazi), y se ha erigido en el mismo sitio donde en 1933 los esbirros de Adolf Hitler quemaron las obras de autores judíos y marxistas.