En los comicios para gobernador del estado de México abundaron las denuncias por incidentes en casillas y centros de operación electoral, con un común denominador: el hostigamiento, disparos e incluso privación ilegal de la libertad contra dirigentes y militantes de Morena.

En pleno centro de Toluca, policías y bomberos desalojaron en la madrugada de ayer el hotel Plaza Morelos –donde se habían concentrado operadores y representantes de casilla de Morena–, con el pretexto de una supuesta amenaza de bomba.

Mientras, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) informó que se integra una investigación por el presunto acarreo de miles de votantes a Texcoco y Nezahualcóyotl, en autobuses de la empresa Pullman de Morelos.

En total, durante la elección, funcionarios de casilla reportaron 539 incidentes menores en los 18 mil 605 centros de votación instalados en la entidad.

Los incidentes más relevantes ocurrieron lejos de las casillas. Efectivos de la policía del estado y civiles armados participaron en un operativo dirigido hacia militantes de Morena.

Desde la noche del sábado hasta ayer, tres integrantes de ese partido fueron levantados y sólo uno fue localizado horas después. La vivienda del dirigente municipal en Acolman, Iván Santos Islas, fue baleada.

La mitad de los incidentes reportados por el Sistema de Información de la Jornada Electoral se refieren a personas que no pudieron votar por no estar en el listado nominal o por no contar con su credencial con fotografía.

Morena reportó la desaparición de tres dirigentes en Atlacomulco, Metepec y Cuautitlán Izcalli: Óscar Juárez Cárdenas fue levantado en Atlacomulco y al cierre de esta edición continuaba desaparecido.

En la madrugada fue levantado el militante Luis Antonio Pacheco en Cuautitlán, al salir de su domicilio, y en Metepec, Pablo Nava desapareció en las primeras horas, pero por la tarde fue localizado en una agencia del Ministerio Público, detenido por un presunto incidente de tránsito.

También policías irrumpieron la madrugada en un hotel del municipio de Tejupilco, donde se hospedaban militantes de Morena, entre ellos la ex delegada de Iztapalapa Clara Brugada, ante una presunta denuncia de que en ese local había personas supuestamente armadas.

Las oficinas del Centro de Planeación Estratégica, consultoría que dirige el ex consejero electoral Juan Carlos Villarreal, fueron asaltadas y él sufrió una lesión por arma de fuego en la pierna.

La vivienda del dirigente municipal de Morena en Acolman, el ex priísta Iván Santos Islas, fue baleada la madrugada y ahí también dejaron una cabeza de cerdo con una leyenda donde le advierten sobre su trabajo en favor de Delfina Gómez.

En la comunidad de Chipiltepec fue incendiado un vehículo Seat con placas de circulación MZF-6437, donde fue localizado un volante con un mensaje contra la candidata de Morena.

La Fepade incautó credenciales de elector en un operativo en Villa Nicolás Romero para verificar que no se esté haciendo una contraprestación del voto.

En el hotel Fiesta Inn de Ecatepec, Faruk Take Roaro, que se identificó como asesor de Ricardo Monreal Ávila, discutió con militantes priístas y en el jaloneo rompieron un cristal, que hirió a un comensal en la mano.

Como en todas las elecciones, las casillas especiales se vieron abarrotadas de votantes, que reclamaron cuando las boletas se agotaron.

El dirigente estatal del PAN, Víctor Hugo Sondón, cuestionó que en un tercio de las 18 mil casillas los funcionarios no se presentaron y fueron remplazados por ciudadanos formados en la fila.

El PAN argumentó que durante el día “se registraron practicas antidemocráticas, como amenazas telefónicas, distribución de papelería falsa, personas entregando dinero en las inmediaciones de las casillas, movilización de acarreados, reparto de despensas y listados nominales manipulados.

A pesar de la prohibición para venta de alcohol, en los tianguis del Bordo de Xochiaca, en la colonia El Sol y el de San Juan, en la colonia México, entre los límites de Nezahualcóyotl con la delegación Iztapalapa, comerciantes y personas compraron caguamas en 60 pesos y en las tiendas se vendieron cervezas a un precio mayor del habitual.