ay una ofensiva bien coordinada y eficaz en la prensa, radio, televisión, a la que se suman los mejores escritores oficialistas, contra Andrés Manuel López Obrador (AMLO)-Morena y Delfina. La intención obvia es golpear al nuevo partido que amenaza con llevarse hoy la gubernatura del estado de México y ganar la Presidencia de la República en 2018.

Creo que estos ataques provocan mucha confusión, pero hay algo objetivo e indiscutible: la hazaña de organizar al partido y llevarlo en unos cuantos meses hasta la posición donde está.

Morena apenas cumple tres años de constituido. El PRI tiene 88 años, el PAN 78 y el PRD 28. Estos viejos partidos tienen raigambre, tradición, escuela y recursos con los que no cuenta Morena. Y en esta elección, el apoyo del Estado con todo su poder y su cinismo. Es asombroso que el joven partido pueda competir por el primer lugar en las preferencias y que en la mayoría de los pronósticos aparezca como el enemigo a vencer en 2018.

López Velarde hablaba de arrancarle a la epopeya un gajo, pues aquí está una oportunidad. Para medir el alcance de la épica de Morena y su fundador, bastaría con examinar todos los abusos cometidos por el PRI-gobierno (federal, estatal y municipal). Según la Fepade, se han abierto 235 carpetas de investigación y hay 192 órdenes de aprehensión; también ha informado que existen apoyos monetarios por vía de transferencia, programas sociales con fines electorales, actos de temor e intimidación al electorado, denuncias sobre turismo electoral, financiamiento ilícito, acciones de la delincuencia organizada. Todos estos abusos contrastan con la incapacidad de los árbitros (INE, IEEM, tribunales electorales y la misma Fepade). Hasta hoy es insignificante la promoción del voto por parte del INE y el IEEM. Y esto en una elección donde el abstencionismo es la peor amenaza para los opositores. El presidente del INE declara que la mesa está servida para el día de la elección. Es imposible que acalle los cuestionamientos por omisión y lentitud con que la autoridad electoral se ha conducido.

En contraste, podemos decir que gane o pierda la elección Morena va a ganar y esto es parte de una epopeya que se desarrolla frente a nosotros.

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