Kabul.

Al menos siete personas fallecieron y más de 100 resultaron lesionadas este sábado en un atentado durante el funeral de un afgano que falleció en las protestas contra el gobierno, tras un devastador ataque esta semana. Por el momento han llegado a los hospitales siete cadáveres y 117 heridos, señaló Waheed Majroh, portavoz del Ministerio de Salud.

Testigos aseguraron que se produjeron tres explosiones durante el funeral de Salim Ezadyar, quien perdió la vida junto con otras tres personas en enfrentamientos contra la policía durante las protestas del viernes.

No sabemos qué causó las explosiones, aseveró Najib Danish, portavoz del Ministerio del Interior.

Imágenes de la televisión local mostraban el lugar lleno de cadáveres, algunos con miembros amputados. Un testigo explicó que la gente quedó destrozada por los estallidos.

Al funeral de Salim Ezadyar, hijo de un conocido senador afgano, asistía el primer ministro, Abdula Abdula, quien resultó ileso.

Por el momento el ataque no ha sido reivindicado y el presidente Ashraf Ghani pidió unidad al país.

Este nuevo atentado amenaza con dividir más a una ciudad traumatizada por el ataque perpetrado el miércoles, el más mortífero desde 2001, en el que la explosión de un camión bomba en el barrio diplomático dejó 90 muertos y cientos de heridos.

Ese atentado puso de relieve la capacidad de los insurgentes para atacar en el distrito más seguro de Kabul, donde están el palacio presidencial y varias embajadas, protegidos con muros de hormigón.

El ataque no ha sido reivindicado, pero los servicios de inteligencia lo atribuyen a la red Haqqani, grupo armado aliado de los talibanes que se encuentra en plena ofensiva de primavera militar y han negado su participación en los hechos.