Petróleos Mexicanos (Pemex) rescindió contratos a siete gasolineras de Puebla que presuntamente habrían comercializado combustible robado e incurrido en inconsistencias fiscales.

Dos de las estaciones de servicio, que hasta hoy usaban la franquicia Pemex, se ubican en los municipios de Palmar de Bravo, dos más en Cuyoaco, una en Tecamachalco, otra en Huixcolotla y la última en el poblado de Quecholac, todos en Puebla.

La empresa informó mediante un comunicado que la rescisión de los contratos fue resultado de un operativo conjunto entre Pemex; la Secretaría de Hacienda por medio del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y de la Unidad de Inteligencia Financiera; la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Policía Federal y el gobierno del estado.

Detalló que el operativo interinstitucional se realizó el pasado 18 de abril, y que además de la suspensión del suministro, se iniciaron auditorías fiscales y se bloquearon cuentas bancarias.

Este trabajo de colaboración interinstitucional tiene como objetivo brindar condiciones de certeza a los usuarios finales, así como combatir el mercado ilícito de gasolina, la evasión fiscal, el lavado de dinero y el fraude comercial, detalló la empresa.

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo a principios del mes pasado que los huachicoleros roban al erario entre 15 mil y 20 mil millones de pesos al año.

El reporte anual de Pemex correspondiente a 2016 señala que el año pasado las tomas clandestinas identificadas y selladas llegaron a 6 mil 873, incremento de 9.8 por ciento frente a las 6 mil 260 detectadas durante 2015.

En su comunicado, Pemex invitó a los consumidores que se vean afectados por el cierre de las siete gasolineras en Puebla, a consultar la Guía Pemex (www.guiapemex.com ), donde podrán ubicar la estación de servicio más cercana para abastecerse de combustible.

Pérdidas por 2 mil 410 millones de dólares por tomas clandestinas

El monto del combustible robado desde 2010 a Petróleos Mexicanos por medio de tomas clandestinas equivale a unos 2 mil 410 millones de dólares, fenómeno que ha crecido de la mano del aumento del precio internacional del crudo, dijo a la agencia de noticias Afp Carlos Murrieta, director de Transformación Industrial de la compañía.

Cuando el precio del crudo era bajo, el de la gasolina también lo era y entonces tienes poco robo, pero cuando se dispara el precio del crudo arriba de los 100 dólares es cuando se vuelve atractivo para el crimen organizado, afirmó el directivo de la petrolera.

De acuerdo con cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la canasta básica de exportación estaba en 36.05 dólares en 2004 y en 2012 se disparó a los 109.45 dólares.

Dos años después comenzó a bajar hasta llegar a los 49.49 dólares por barril en 2015 y recientemente ha comenzado a subir otra vez.

El monto robado a Pemex desde entonces es a lo mejor de unos 45 mil millones de pesos, siendo 2016 el de mayor proporción, especificó el funcionario en entrevista con Afp.

Pemex reportó una pérdida de 3 mil 295 millones de dólares en el primer trimestre del año pasado, lo que representa una de las caídas recientes más significativas. En el mismo periodo de este año ganó 4 mil 675 millones de dólares.

Y de 2012 al 31 de marzo de 2017, el número de tomas clandestinas pasó de 186 a 2 mil 683, de acuerdo con cifras oficiales.

El estado de Puebla es el más afectado por los ladrones de combustibles, conocidos como huachicoleros, pandillas que han cooptado localidades y que el gobierno intenta disuadir con operativos en los que participan militares y la policías estatales y federales.

En esa región, el 3 de mayo se registró una confrontación entre militares y presuntos ladrones de gasolina que dejó un saldo de 10 muertos, cuatro de ellos soldados.