Desde hace un par de décadas, la industria cinematográfica chilena sigue ganando espacios, tanto en los festivales internacionales como en las salas mexicanas.

Suenan los nombres de Pablo Larraín y Sebastián Lelio. También el de Patricio Guzmán y sus desgarradores documentales.

La fuerza del cine de Chile ha lucido por medio de grandes producciones en el espectro latinoamericano, pero también hay una voz notoria en las películas de corte más íntimo.

Desde Andrés Wood hasta Ignacio Agüero, diversos autores de este cine más independiente estarán representados en la Semana de Cine Chileno, foro compuesto por 10 películas, en su mayoría de producción reciente, que se proyectarán en la Sala 10, Luis Buñuel, de la Cineteca Nacional, desde hoy hasta el 11 de junio.

La presencia dominante en este ciclo será la de Alicia Scherson, de quien se proyectarán los cuatro largometrajes que componen su carrera como directora. El primero, Play (2005), cuenta una historia de amor entre una joven indígena mapuche y un profesionista desilusionado. Gracias a esta cinta, recibió el premio a mejor director en el Festival de Cine de Tribeca. Su exitoso paso por encuentros internacionales continuó con Turistas (2009) y El futuro (Il futuro, 2013), largometraje basado en Una novelita lumpen, de Roberto Bolaño.

Además, la cineasta estará presente en la función de Vida de familia (2016), que inaugura hoy, a las 19:30 horas, el ciclo. Codirigida por Cristián Jiménez, esta comedia presenta a un hombre que se inventa una vida familiar para seducir a una vecina de la casa que está cuidando; expone las ironías de la intimidad hogareña en Santiago.

Otro de los directores favoritos del cine chileno es Ignacio Agüero, quien regresa a las salas de Ciudad de México luego de las retrospectivas que le dedicaron la Cineteca Nacional en 2015 y el Festival Internacional de Cine de la UNAM (Ficunam) en su séptima edición.

Invitación a reflexionar sobre la labor del cineasta en crisis

Como me da la gana (1985) es un mediometraje que invita a reflexionar sobre la labor del cineasta en crisis por medio de una serie de entrevistas que realizó Agüero a sus colegas –entre los que están Juan Francisco Vargas, Tatiana Gaviola y los hermanos Bustamante– mientras rodaban sus respectivos proyectos entre 1984 y 1985.

La Semana de Cine Chileno también incluirá La once (2014), de Maite Alberdi; Maria Graham (2014), de Valeria Sarmiento; El Tila: fragmentos de un sicópata (2015), de Alejandro Torres; Violeta se fue a los cielos (2011), de Andrés Wood, y Rey (2017), el segundo largometraje de Niles Atallah y una de las películas más demandadas de la pasada edición del Ficunam.

Claudia Barattini Contreras, agregada cultural de la embajada de Chile en México, afirmó que esta muestra incluye el trabajo de cineastas cuya generación está formada en democracia y que tiene la particularidad de ser plural.

Presentar estas cintas en México es muy importante por razones históricas, políticas y culturales. La dictadura hizo que muchos cineastas se refugiaran en este país, un ejemplo es Alejandro Jodorowsky, pero además hay una relación muy fuerte con esta nación y representa una oportunidad para llegar a nuevos públicos, expuso.

Tras señalar que México cuenta con una industria cinematográfica relevante para Latinoamérica y el resto del mundo, Barattini Contreras detalló que esta selección reúne el cine reciente que no se ha visto en este país, incluso en Chile, pues sólo se han estrenado en festivales.

(Con información de Notimex)