El Museo Casa Luis Barragán no es un espacio monolítico, sino un recinto vivo, abierto a propuestas conceptuales, refinadas y respetuosas.

A partir de esa idea, explicó el curador Patrick Charpenel, el artista Christodoulos Panayiotou (Limasol, Chipre, 1976) realizó una intervención a los objetos del inmueble con la finalidad de recontextualizar y resignificar elementos personales y domésticos que evocan la espiritualidad, sensibilidad y fuentes de inspiración de uno de los arquitectos mexicanos más importantes del siglo XX.

Mármol rosa se titula el proyecto que brinda al público la oportunidad de recorrer la que fue morada y estudio de Luis Barragán (1902-1988), ubicada en la zona de Tacubaya, en Ciudad de México, y mirarla con ojos nuevos.

Lo que hizo Panayiotou fue remplazar algunos objetos de la casa por piezas realizadas por él, en una suerte de transacción con la presencia y ausencia del hombre que ahí vivió. Se trata, añadió el curador, de arte conceptual con una fuerte carga emocional.

Además, continuó, al introducir en la Casa Barragán este tipo de propuestas, de una manera responsable y elegante, nos obliga a mirar al arquitecto desde otro punto de vista.

Intercambio artístico del museo con la Colección Femsa

La exposición se inscribe en el convenio de intercambio artístico que el museo comenzó hace año y medio con la Colección Femsa. Esta es la sexta muestra que, como las anteriores, intenta ser una oportunidad más para acercarse a Barragán, pues el tema de todos los proyectos que hacemos es su obra, su lenguaje, su casa y su vida, insistió Chapernel.

El proyecto de Panayiotou es muy experimental y refinado, una exposición compleja, que el curador desarrolló en colaboración con Andrea de la Torre.

En un recorrido acompañado por representantes de la prensa, el artista chipriota dijo que debió realizar una especie de negociación con el fantasma para tomar la Casa Barragán y no dejarse dominar por él, pero tampoco ignorar su fuerza; me gustó que no es lugar fetichista, que no es el clásico museo, sino que tiene sus propias reglas. Traté de conectarme con el espacio y con las personas que lo habitan.

Christodoulos Panayiotou en el Museo Casa Luis Barragán, ubicado en la zona de Tacubaya, durante el recorrido con representantes de la prensa por su exposición Mármol rosa, consistente en una transacción con la presencia y la ausencia de quien ahí vivió de objetos personales y domésticos que evocan la espiritualidad, sensibilidad y fuentes de inspiración del prestigiado artista mexicanoFoto Marco Peláez

Por ejemplo, en el lugar donde Barragán tenía una reproducción del cuadro Guernica, de Pablo Picasso, Panayiotou emplazó una obra hecha con mosaicos de mármol proveniente de zonas de su natal Chipre, donde se han vivido guerras y conflictos como el expresado en la imagen sustituida.

En la recámara de huéspedes, donde alguna vez Barragán hospedó a su amiga la modelo Imán, hoy viuda de David Bowie, el artista chipriota colocó una alfombra roja que fue usada en una entrega de premios Óscar. También remplazó lámparas por unas similares hechas con mármol grafiteado, y colocó varios pares de zapatos de hombre en el vestidor del arquitecto, elaborados con cuero proveniente de bolsos de mujer.

Siempre en la línea de la experimentación y la vanguardia

Barragán fue un hombre con una visión de vanguardia, por un lado recuperó importantes tradiciones añejas de la historia de la arquitectura mexicana, pero también de los jardines del Magreb y el norte de África. Es decir, fue un creador universal, que siempre estuvo en la línea de la experimentación y la vanguardia, concluyó el curador.

La Casa Luis Barragán fue construida en 1948, reconocida como patrimonio de la humanidad en 2004 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Recibe al año alrededor de 15 mil visitantes, informó la directora del recinto Catalina Corcuera, cifra que se ha incrementado los recientes meses gracias a los proyectos que se desarrollan con la Colección Femsa, y a la difusión que se dio a la exposición de Jill Magid que se presenta en el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Mármol rosa, que incluye 20 piezas, entre esculturas, cuadros y fotografías, concluirá el 27 de agosto en el recinto situado en General Francisco Ramírez 12-14, colonia Ampliación Daniel Garza, Tacubaya. El acceso es únicamente con reservación en los teléfonos 5515-4908 y 5272-4945.

Se recomienda reservar con antelación, debido a la alta demanda del público. Se admiten niños a partir de los 10 años y siempre acompañados por un adulto.