El noveno tribunal colegiado en materia civil de la Ciudad de México resolvió que Oceanografía es propietaria de los 21 barcos petroleros que demandaba una naviera estadunidense.

El juzgado federal negó un amparo a la firma Candies Mexican Investments, filial de una empresa de Luisiana identificada como Otto Candies Ltd, que reclamaba la propiedad de la flota.

En 2014, cuando se declaró el concurso mercantil de Oceanografía, la compañía debía 293 millones de unidades de inversión (Udis) a la trasnacional por rentas atrasadas. Los barcos comenzaron a ser alquilados por la empresa de Amado Yáñez –quien quedó libre luego de pagar una fianza en abril de este año– en 2003 y 2004 mediante contratos mercantiles.

Sin embargo, en agosto de 2012 las partes firmaron otro contrato por el que Otto Candies aceptó vender todos los barcos a Oceanografía, empresa que se comprometió a pagar 166 millones de dólares, monto que incluía las rentas vencidas.

Oceanografía fue intervenida por el gobierno federal en marzo de 2014, y desde entonces Candies Mexican Investments mantuvo abiertos diversos juicios mercantiles para exigir el pago correspondiente.

En agosto de 2015, un juez federal concluyó que el contrato de venta de los barcos sustituyó a los de fletamiento o renta, y determinó que para pedir las embarcaciones Candies tenía que haber devuelto los montos que Oceanografía pagó antes de marzo de 2014.

En el concurso mercantil se reconoció que Oceanografía tenía una deuda con Candies de 293.6 millones de udis.

En octubre de 2015, una vez más un tribunal federal invalidó el convenio que Oceanografía tenía con sus acreedores, el cual había sido aprobado por el juez Felipe Consuelo, en ese entonces rector del concurso mercantil.

El nuevo encargado de la quiebra de Oceanograzfía es Benito Zurita Infante, titular del juzgado tercero de distrito en materia civil en la Ciudad de México.