Madrid.

La justicia española dictó hoy prisión sin fianza para Sandro Rosell, ex presidente del Barcelona, por participar en el blanqueo de dinero relacionado con los derechos comerciales de partidos de la selección brasileña de futbol.

El presidente del Barça entre 2010-14 y también ex ejecutivo de la firma deportiva Nike en Brasil está acusado de participar en el lavado de unos 15 millones de euros (16 millones 800 mil dólares) mediante paraísos fiscales.

Rosell, de 63 años, fue detenido el martes junto con su esposa, el mismo día que las autoridades allanaron oficinas, viviendas y negocios como parte de la denominada Operación Rimet.

La jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional española, determinó que Rosell permanezca en la cárcel por considerar que existe riesgo de fu- ga, destrucción de evidencia y reiteración de delito. Además, decretó prisión sin fianza para el abogado de Rosell en Andorra, Joan Besolí, otro de los detenidos el martes.

La investigación española emplea información de la FBI derivada del caso en Estados Unidos contra altos directivos de la FIFA iniciada en 2015, según las autoridades. Rosell tenía estrechos vínculos con el ex presidente de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), Ricardo Teixeira, quien es investigado por las autoridades españolas.

Las indagaciones se centran en un contrato firmado en 2006 con una sociedad domiciliada en las islas Caimán, pero vinculada al grupo saudí Dallah Albaraka para ceder los derechos de difusión de 24 partidos amistosos de la canarinha.

En el contrato se impuso a la compradora el pago de unos fondos de los que en beneficio se apoderaron Sandro Rosell y Ricardo Teixeira, afirmó la juez.

A través de un complejo entramado societario, el dinero fue depositado en cuentas propias o de testaferros suyos en Andorra, un pequeño país entre España y Francia considerado antaño un paraíso fiscal.

Teixeira renunció a su cargo en la CBF en 2012 por motivos médicos, aunque su gestión era blanco de acusaciones de corrupción.

En un caso separado, Rosell encara un juicio por delitos de fraude y corrupción relacionados con el fichaje en 2013 del delantero brasileño Neymar. La fiscalía argumenta que las partes ocultaron el valor real de la transferencia.