Miércoles 24 de mayo de 2017, p. 14
En política exterior México enfrenta hoy un gran desafío: el país más importante para sus relaciones internacionales (Estados Unidos) tiene en el poder Ejecutivo a un gobierno hostil. Por ello, urge replantear la política externa, la cual debe anteponer los intereses nacionales.
Especialistas en el tema participaron ayer en la 11 sesión de los foros universitarios La UNAM y los desafíos de la nación, donde el tema en esta ocasión fue el de la política exterior. Ahí subrayaron que tal replanteamiento debe ser plural, integral y audaz.
Los expertos señalaron que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no se debe ver como una crisis para México, sino como una oportunidad para subsanar los problemas internos relacionados. En cuanto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) señalaron que de ser desfavorable para el país, es mejor que no exista.
El embajador Jorge Eduardo Navarrete, integrante del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo y colaborador de La Jornada, aseveró que el replanteamiento de la política exterior debe hacerse no con una óptica defensiva, sino con una que aprecie correctamente la situación, mida sus riesgos y oportunidades y, en consecuencia, proceda a los ajustes y abra nuevas avenidas por explorar.
El embajador Francisco Suárez Dávila consideró que el TLCAN representa el ancla de un modelo sustentado en las exportaciones, pero que no ha generado crecimiento, pues ha originado una gran maquiladora dependiente y ha hecho que México sea vulnerable de lo que ocurre en Estados Unidos.
“Nuestro país se ha desindustrializado y se ha incrementado la dependencia económica. Perdimos el sector estratégico de la banca, la seguridad alimentaria y energética. No hubo convergencia, sino divergencia de ingresos.
En un primer escenario cabría el perfeccionamiento del TLCAN. Pero también se puede plantear como opción la derogación, porque es mejor que no exista a que haya un mal acuerdo
, dijo