Argentina y México viven el mismo flagelo: lideresa de Madres de Plaza de Mayo
Sólo así se logrará que el Estado admita su responsabilidad por ese crimen de lesa humanidad
Miércoles 24 de mayo de 2017, p. 10
En la lucha contra las desapariciones forzadas y otras violaciones graves de derechos humanos, es necesario no dividirse por razones partidistas, ya que sólo unidos se podrá obligar al Estado a admitir su responsabilidad en este crimen de lesa humanidad y castigar a los responsables, afirmó Nora Cortiños, integrante de la organización Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Durante un foro celebrado ayer en el Centro Cultural Universitario, organizado por las agrupaciones que integran la Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada, la activista argentina subrayó que se siente muy hermanada
con la situación que se vive en México, porque tanto en este país como en el suyo vivimos el mismo flagelo, que es la desaparición, el crimen de crímenes
.
Ante un auditorio que la recibió con muestras de admiración ycariño, la luchadora social lamentó que en la instauración de la dictadura militar que asoló Argentina durante la década de los 70 del siglo pasado, no sólo hubo participación de soldados y policías, sino también de empresarios y miembros de la Iglesia católica que avalaron múltiples atrocidades.
Para superar esos regímenes de terror, enfatizó Cortiños, hay que luchar todos los días y no separarnos por partidismos políticos, porque ahí es donde dejas de ver que el verdadero enemigo es el Estado neoliberal
que actualmente, en Argentina, ha echado atrás las conquistas sociales que se lograron con muchos sacrificios.
En una mesa de debates coordinada por Santiago Corcuera, académico y especialista en desapariciones forzadas, la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo recalcó que seguir luchando es indispensable, pues sólo de esta manera se puede aprovechar la existencia de jueces y fiscales honestos, y orillar a los gobiernos a admitir su responsabilidad en la comisión de delitos de lesa humanidad.
El fundador del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, Miguel Concha Malo, lamentó que algunos sectores eclesiásticos en Argentina pidan reconciliación
tras los crímenes de la última dictadura militar, en vez de sumarse a las exigencias de verdad y justicia enarboladas por los familiares de las personas desaparecidas o asesinadas.
Después de aseverar que el planteamiento de olvido es de suprema vergüenza
y una apuesta para fortalecer la impunidad, el religioso dominico afirmó que los desaparecidos y desaparecidas son los ausentes siempre presentes
, porque son víctimas de un delito que no debe prescribir y que se perpetúa en la medida en que no se define su paradero.
En tanto, Nadin Reyes, del Comité Hasta Encontrarlos, recordó que las desapariciones forzadas se cometen de forma sistemática en México desde los años 60 y forman parte de una estrategia de terrorismo de Estado
cuya finalidad es desmovilizar a los grupos que alzan la voz en demanda de justicia.