Roma.

La victoria del alemán Alexander Zverev sobre Novak Djokovic empezó a justificar todas las opiniones que lo consideran potencial número uno del mundo, al celebrar hoy, a sus 20 años, el primer gran título de su carrera al ganar 6-4 y 6-3 la final del torneo de Roma.

Zverev demostró sobre la arcilla italiana por qué está considerado una de las grandes perlas del circuito. Es el futuro, pero después de lo que logró hoy queda claro que también es el presente.

El germano de origen ruso conquistó su tercer título de 2017 y su primer Masters 1000 –la categoría más importante tras los Grand Slam– y mañana irrumpirá en el top ten del ranking de la ATP. Será el número 10 del mundo.

Estoy muy feliz por mi forma de jugar; muy contento con mi actuación de toda la semana, afirmó el alemán. Hoy fue uno de los mejores partidos que he jugado, tal vez el mejor, sostuvo el joven jugador, que consideró que la clave del partido estuvo en la agresividad con que lo encaró.

Con su victoria en Roma, el alemán Alexander Zverev se ubicó ayer como el número 10 del mundoFoto Ap

Tenía que ser agresivo desde el primer punto y hasta el final. Era muy importante para mí poder mantenerme tan agresivo y no dejar que él gobernara el juego, explicó.

Djokovic, segundo en la clasificación, escribió un nuevo capítulo de su irregular temporada. Si el sábado aplastó a Dominic Thiem, hoy apareció más frágil. El serbio conectó 11 golpes ganadores y se fue hasta los 27 errores no forzados.

El de ayer fue uno de los mejores partidos de mi vida, pero hoy no ha sido así, no me he sentido bien, declaró Djokovic en la cancha central del Foro Itálico. Poco después anunció que el legendario Andre Agassi lo entrenará en Roland Garros, en una relación que podría extenderse en el tiempo si ambas partes así lo disponen.