El hecho de que el Banco de México (BdeM) haya incrementado en 0.25 puntos porcentuales la tasa de interés este jueves revela que el banco central está un poco más preocupado por la marcha de la inflación y, por lo mismo, más decidido a seguir incrementando las tasas, que este año podrían incrementarse 0.75 puntos porcentuales más, consideraron analistas financieros.

Está aumentando la probabilidad de que el incremento en su tasa de referencia no sólo continúe, sino que incluso llegue más allá de lo que hasta ahora se espera, dijeron especialistas de Scotiabank.

Agregaron que luego de que esta semana la junta de gobierno del Banco de México decidió en forma unánime elevar la tasa de interés de referencia de 6.50 a 6.75 por ciento, para situarla en su mayor nivel desde marzo de 2009, es previsible que el banco central continúe con una firme conducción de la política monetaria, sin que se vislumbre la conclusión del ciclo de alzas iniciado a finales de 2015.

Cabe recordar que antes de esta última alza el banco central ya había iniciado un agresivo ciclo de incremento de tasas, las cuales han aumentado 3.5 puntos porcentuales desde un mínimo histórico de 3 por ciento en diciembre de 2015.

Los especialistas del grupo financiero consideraron que la decisión de política monetaria sorprendió un poco, ya que la mayoría de los analistas del mercado no esperaba un cambio en esta reunión.

Según la última encuesta de Citibanamex, 17 de los 23 analistas encuestados no esperaban cambios en la tasa de referencia.

De acuerdo con el grupo financiero Banorte hasta antes de esta reunión las minutas del BdeM enfatizaban que los choques a la inflación se caracterizaban por ser de una sola vez, con un impacto transitorio sobre la inflación y sin efectos de segundo orden y que incluso la curva de rendimientos ya descontaba la posibilidad de un ciclo de baja de tasas hacia 2018.

No obstante lo anterior, destacaron que en el comunicado publicado el pasado jueves se percibe un cambio significativo hacia un tono mucho más agresivo en el que el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado.

Como resultado, ahora esperamos incrementos adicionales en la tasa de referencia en 0.75 puntos porcentuales para lo que resta del año, adelantaron.

En su comunicado, el Banco de México refirió que entre los factores a los que está atento están el traspaso de las variaciones del tipo de cambio, incrementos en los precios de energéticos y la política monetaria de Estados Unidos.

En el primer caso, si bien los analistas de Banorte estimaron que existe la probabilidad de nuevas olas de alta volatilidad en los mercados financieros internacionales, también consideraron que los movimientos del tipo de cambio estarán relativamente acotados en lo que resta del año, dado el ciclo de alzas que ha tenido el banco central, así como los mecanismos de subastas de opciones de tipo de cambio y otras herramientas con las que se cuentan.

No obstante lo anterior, no podemos descartar movimientos abruptos de la moneda en caso de eventos no anticipados, particularmente en lo que respecta de los temas geopolíticos, tanto nacionales como a nivel global, advirtieron.

Consideraron probable que la Reserva Federal suba su tasa en al menos 0.5 puntos porcentuales en lo que resta de 2017, por lo que el BdeM podría aumentar 0.25 puntos porcentuales el rédito en su reunión del próximo 22 de junio.