Ser un ídolo, haber entregado por años todo el esfuerzo en las canchas a un solo equipo y tener que aceptar que los ciclos terminan duele, afirmó Manuel Negrete, ex jugador de Pumas, al hablar sobre la salida de Darío Verón del conjunto auriazul.

Aseguró que el zaguero, de 37 años, no se fue por la puerta de atrás por la ruptura tan repentina, ya que la directiva incluso estaba dispuesta a realizarle un partido de despedida.

A nadie de los que estuvimos en Pumas nos ofrecieron un encuentro para despedirnos. Verón debe reconocer que se está terminando su ciclo como futbolista, es un emblema del equipo, pero el club también necesita rejuvenecer su línea, apuntó.

Después de haber defendido la playera auriazul por 13 años, Verón dejó la escuadra puma al no llegar a un acuerdo con la directiva para renovar su contrato. El defensa dijo que tomaría unas breves vacaciones y a su regreso daría a conocer sus planes sobre su carrera futbolística.

El ex seleccionado nacional dijo que comprende a Verón al no querer retirarse, porque cuesta mucho trabajo aceptar que ha pasado el tiempo y es momento de quitarse los botines y soltar el balón.

“Uno piensa ‘todavía me siento bien’, pero te das cuenta en la cancha; uno se vuelve muy necio, yo lo viví”, recordó.

Para Manuel Negrete, Verón ha sido uno de los grandes que ha llegado el futbol mexicano y eso nadie lo puede negar, pero tiene que ser consciente de que los chavos ya están muy fuertes y hay que dar paso a los jóvenes.

Negrete destacó que los auriazules le mostraron gran respeto a Verón, porque le dieron todas las facilidades para cambiar a cualquier otro equipo. Yo tuve que comprar mi carta después de estar muchos años en Pumas y eso es más fuerte, pero quiero al club de la UNAM, expresó.

Los ciclos pasan y Pumas tiene que volver a darle oportunidad a los jóvenes, simple y sencillamente están regresando al trabajo que no debió de haberse olvidado; el de rescatar la cantera, sostuvo.