Sábado 20 de mayo de 2017, p. 7
A más de dos años del asesinato del periodista Moisés Sánchez Cerezo, las investigaciones de las autoridades de Veracruz han estado llenas de irregularidades, se encuentran estancadas y sólo forman parte de un ejercicio de simulación
para evitar que las víctimas realmente accedan a la justicia, afirmó el hijo del comunicador, Jorge Sánchez.
En entrevista con La Jornada, señaló que ni el gobierno federal ni el estatal han dado protección a la familia del reportero asesinado, lo cual forma parte de un círculo de impunidad que sigue creciendo, porque los funcionarios ya perdieron la vergüenza
y no les importan los informes y las recomendaciones de los organismos de derechos humanos.
Entre las irregularidades de la indagatoria, detalló Jorge Sánchez, se puede mencionar que nunca se investigaron las llamadas que realizó el ex alcalde del municipio veracruzano de Medellín, el panista Omar Cruz Reyes, quien es señalado como presunto autor intelectual del asesinato.
Además, aunque en un primer momento hubo cuatro detenidos por el crimen –incluido el sicario que confesó haber matado a Moisés Sánchez y tres policías municipales–, uno ya fue liberado y los demás no tienen sentencia condenatoria.
Lo más grave, recordó, es que, a pesar de la gravedad de las acusaciones en su contra, el Congreso de Veracruz permitió al ex alcalde pedir licencia de su cargo, sin perder el fuero, y unos cuantos días después se evadió de la justicia. Hasta la fecha sigue prófugo.
Además, la familia del reportero ejecutado descubrió que las autoridades judiciales veracruzanas habían hecho un retrato hablado del presunto autor del asesinato, pero nunca lo divulgaron, y que perdieron
las fotos de otros dos sospechosos que ya habían sido identificadas por testigos de los hechos.
A lo anterior se suma la falta de apoyo de los gobiernos local y federal para garantizar la seguridad de la familia de Sánchez Cerezo, ya que los policías estatales encargados de vigilar su domicilio, meten mujeres en la noche, se embriagan y faltan a su puesto de trabajo. Lo reportamos una docena de veces, pero sólo viene un superior, los regaña y después reinciden
.
La ayuda del mecanismo de protección federal tampoco es mejor. Si bien instalaron cámaras, rejas y alarmas en la casa de la viuda del comunicador, el consumo de energía eléctrica corre a cargo de la familia de la víctima, lo cual ha triplicado la cantidad que solía pagar. Sin el dinero que aportaba Moisés, las cuentas se han vuelto casi impagables.
De igual forma, les otorgaron el cuidado de dos escoltas –que la familia considera insuficientes– y les facilitaron el uso de un vehículo que se descompone al menos una vez al mes y nos deja botados a medio camino
, y cuya gasolina no paga el gobierno, lamentó Jorge Sánchez.
Todo esto es meramente una simulación para presumir que hay un mecanismo de defensa de periodistas, que en la práctica no funciona. No hay forma de romper este círculo de impunidad porque el gobierno ya perdió la vergüenza. Estamos viviendo un estado de descomposición donde las víctimas no les importamos
, deploró Jorge Sánchez, quien no descartó llevar el caso de su padre ante alguna corte internacional.