Periodistas y grupos civiles firmaron en Argentina un manifiesto de solidaridad con México, en repudio a los crímenes contra quienes dan las noticias e investigan los hechos.

Pidieron al presidente Enrique Peña Nieto atender los casos de los comunicadores agraviados y asesinados, así como la dotación de garantías para el ejercicio de esta profesión.

Al mismo tiempo, solicitan al Estado argentino romper el silencio y hacer explícita la solidaridad de este país con las víctimas de la narcoviolencia en México.

En el manifiesto se indica que el país padece una tragedia sin precedente que volvió a quedar en evidencia el pasado 15 de mayo, con el asesinato del escritor y corresponsal de La Jornada en Sinaloa, Javier Valdez Cárdenas.

Hay más de cien periodistas asesinados y ninguno de los crímenes ha sido investigado. Reina la impunidad. También hay por lo menos 23 comunicadores desaparecidos y decenas más amenazados y desplazados de su lugar de origen, se indica en el texto.

Es por eso que México es hoy el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina y uno de los más riesgosos para los trabajadores de prensa en todo el mundo, señala.

Todos los periodistas asesinados, se agrega, habían denunciado violaciones a los derechos humanos, vínculos entre políticos y narcotraficantes, el recrudecimiento de la violencia provocado por la guerra contra el narco y la inacción o complicidad del Estado.

“Felipe Calderón sumió al país en una irresponsable guerra contra el narcotráfico que ha continuado Enrique Peña Nieto (…) México se ha convertido en un cementerio”, se advierte en el manifiesto respaldado por la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, Pikara Magazine, el sitio Economía Feminista, la revista Mu, Anfibia, Cosecha Roja, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, así como cientos de comunicadores en lo personal.