Barcelona.

Conquistó una Liga de Campeones de Europa, dos Copas del Rey y dos Ligas de España, que podrían convertirse en tres si el Barcelona logra arrebatarle el torneo local al Real Madrid en su último suspiro.

De eso depende que Luis Enrique se despida el próximo domingo como entrenador azulgrana del campeonato español con una fiesta o con un triste adiós.

No hay término medio en el banco de un equipo que ganó cinco Ligas, cinco Copas y dos Champions en la reciente dé-cada, y cuya comparación con el Real Madrid es permanente. Si, con todo en su favor, los blancos conquistan la liga cinco años después de su último título, el balance de Luis Enrique se verá opacado de manera injusta.

Al menos, por lo que a trofeos se refiere. Desde que en 2014 llegó a la dirección azulgrana en sustitución de Gerardo Martino, el técnico asturiano condujo a su equipo al triunfo en ocho de los 11 títulos que disputó.

En el camino, sólo se quedaron la Supercopa de España de 2015, que el Barcelona perdió ante el Athletic de Bilbao, y las dos recientes Champions, donde los azulgrana no pasaron de cuartos.

El domingo podría sumarse a ese debe la presente liga española, si el Real Madrid empata o gana ante el Málaga. Pero si los blancos pierden y el Barcelona derrota al Eibar, la situación se revertirá y la hinchada del Camp Nou podrá despedirse de Luis Enrique con otra gran celebración.

Quedará aún la final de la Copa del Rey, el 27 de mayo ante el Alavés. Pero se disputará en el estadio Vicente Calderón y sólo los hinchas que se desplacen a Madrid podrán vivir junto a Luis Enrique su último capítulo como entrenador del Barça.

Suceda lo que suceda en estos dos últimos partidos, el técnico asturiano se marchará con un balance envidiable, sólo superado por su amigo Guardiola, que conquistó 14 títulos en cuatro temporadas.

También como el ahora técnico del Manchester City, Luis Enrique pondrá fin a su etapa al frente del Barcelona por voluntad propia, por el desgaste que implica dirigir a un equipo pleno de estrellas y al que siempre se le exige el triunfo.

En tanto, el portero mexicano Guillermo Ochoa sufrió su segundo descenso y aumentó su récord negativo de más goles en contra en una edición de la Liga de España este viernes tras la derrota 2-1 de su equipo, el Granada, ante el Español, donde milita su compatriota Diego Reyes.

El arquero dejó su marca en 82 tantos en contra, mientras el equipo andaluz, que perdió la categoría tras seis temporadas, cerró el torneo con una racha de ocho derrotas consecutivas. El descenso se había decretado desde hace tres fechas. El mexicano ya había descendido con el Ajaccio de Francia.