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Expertos del IPN desarrollan en Reynosa la biotecnología con especies del Trichoderma spp

Con hongo mejoran cultivos de maíz, frijol y trigo, entre otros

Estimula el crecimiento de la planta y la protege, explica José Luis Hernández Mendoza, titular del proyecto

En algunos casos la cosecha se ha incrementado hasta en 600 kilos por hectárea

 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de mayo de 2017, p. 2

Luego de una década de investigaciones en el laboratorio, el invernadero y el campo, científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) comprobaron que dos especies del hongo Trichoderma spp producen hormonas vegetales que estimulan hasta en 20 por ciento el crecimiento de plantas como maíz, frijol, trigo, sorgo, canola, algodón, nogal y nopal.

José Luis Hernández Mendoza, titular del proyecto, que se realiza en el Centro de Biotecnología Genómica (CBG), de Reynosa, Tamaulipas, señaló que estudiaron diversas especies del hongo, pero las que aportaron mayores beneficios al asociarse a la raíz de las plantas fueron T asprellum y T koningiopsis.

Explicó que esta biotecnología es única en el país ya que, por un lado, los hongos estimulan el crecimiento de las plantas y, por otro, actúan como bioprotectores contra microorganismos patógenos, con lo que se reducen las pérdidas de los cultivos.

Los científicos han desarrollado una técnica biológica para emplear los hongos, que consiste en colocar un costal de 20 kilos de semillas en una revolvedora al que se agrega un sobre de esporas de 15 gramos, las simientes se mezclan 10 minutos y posteriormente se llevan a la sembradora para plantarlas de manera convencional. Los cultivos no requieren cuidados especiales.

Con apoyo del Patronato para la Investigación, Fomento y Sanidad Vegetal AC, organización de productores agrícolas del norte de Tamaulipas, han aplicado la tecnología en el campo y demostró que el hongo incrementa la producción de los cultivos y disminuye la presencia y daños de fitopatógenos.

Comprobamos que las cosechas de maíz y sorgo se incrementa hasta 600 kilos por hectárea y las plantas producen más follaje, lo cual se traduce en un círculo virtuoso, debido a que esos productos intermedios se utilizan como alimento para animales, apuntó.

El uso del hongo en el campo podría apoyar a la sustentabilidad de los cultivos, pues al incrementarse la producción de follaje y biomasa se atrapa más carbono, el cual no se va a la atmósfera, queda en las plantas y ello contribuye a reducir los gases de efecto invernadero, señaló.

Técnica de cromatografía

Hernández Mendoza indicó que mediante la técnica de cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC, por sus siglas en inglés), se ha observado que para producir las fitohormonas el hongo utiliza una ruta metabólica llamada triptófano dependiente (TRP-D).

Por medio de otra vía llamada triptófano Independiente (TRP-I), el hongo Trichoderma spp produce ácido antranílico y kinurenina. Es importante señalar que cuando el ser humano no genera esta última sustancia en los niveles apropiados, aumenta el riesgo de presentar trastornos mentales, como la esquizofrenia; por ello, buscarán vincularse con el área médica y realizar estudios al respecto.

Precisó que con el propósito de obtener los derechos para procedimientos de patente, ambas especies de hongos se enviaron al Agricultural Research Service Culture Collection, una de las compilaciones más grandes de microorganismos en el mundo, ubicada en el Centro Nacional de Investigación de Utilización Agrícola en Peoria, Illinois.

Luego de obtener el registro de la patente, el IPN realizó la transferencia de tecnología a la empresa Productos Biotecnológicos Tamaulipecos, formada por profesores y egresados del CBG, la cual adquirió los derechos para comercializar los hongos, cuyas esporas se empaquetan en pequeños sobres.