La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) insistió: en el caso de los crímenes contra periodistas el tema es la impunidad. Eso es lo que hay que combatir. Además, consideró que las medidas anunciadas ayer para proteger a periodistas debieron haberse instrumentado hace mucho tiempo.

Luis Raúl González Pérez, presidente del organismo, así como integrantes del cuerpo diplomático acreditados en México, fueron convocados ayer a Los Pinos para escuchar varias medidas del gobierno federal y de los ejecutivos estatales encaminadas a garantizar la integridad física de periodistas y defensores de derechos humanos.

En entrevista, el ombudsman pidió que se dé a conocer el estado actual de las indagatorias iniciadas a partir de las agresiones contra comunicadores.

La reunión fue organizada dos días después del asesinato en Culiacán de Javier Valdez, corresponsal de La Jornada, con lo cual quedó de manifiesto en toda su dimensión la vulnerabilidad, riesgos y peligros de los informadores en el país.

González Pérez señaló que fortalecer los mecanismos de protección, las procuradurías y tener protocolos especializados va a ayudar, pero tenemos que evaluarlo permanentemente.

El titular de la CNDH insistió en que debe revisarse por qué no hay resultados concretos de las averiguaciones. La impunidad se debe a la falta de capacitación, a la falta de infraestructura adecuada. A agravar ese estado de cosas han contribuido negligencias y omisiones, resaltó.

En tanto, la CNDH solicitó a la Conferencia Nacional de Gobernadores, de manera formal, una reunión con la finalidad de abordar de forma prioritaria el tema del incremento de la violencia contra periodistas y emprender acciones para evitar que los asesinatos y agresiones queden en la impunidad.

Además, pidió a las autoridades que en cada uno de los casos en que se ha atentado contra la vida o la integridad física de periodistas y comunicadores, informe con detalle sobre el avance de las investigaciones y que se establezcan mecanismos para su seguimiento.

Édgar Corzo, quinto visitador general de la CNDH, consideró necesario no sólo el fortalecimiento del mecanismo de protección a periodistas y defensores de derechos humanos, sino también que cada entidad tenga su propia instancia local, con todo lo que ello implica en cuanto a recursos económicos, materiales y humanos para cumplir su tarea.