Elecciones mexiquenses
Cierre de filas priísta
Temor a encuestas
El factor Zepeda
n alguna parte del área metropolitana de la Ciudad de México, los militantes más antiguos, aunque tal vez no los más poderosos, del PRI, fueron citados para cerrar filas
en torno del candidato de ese partido al gobierno del estado de México.
Cuentan que en la reunión se especuló, con base en algunas encuestas, que dicen que son muy serias, sobre los diferentes escenarios para la elección, y en ninguno de ellos figuraba el PRI como ganador de la contienda electoral; mientras las izquierdas PRD y Morena se montaban en los dos primeros lugares de aceptación entre la población mexiquense.
Pero esto no es lo preocupante. Lo que ha corrido en todo el estado de México y en esta ciudad capital es que el PRI juró echar mano de todo
para retener la gubernatura, y todo quiere decir, en el idioma de ese partido, todas las trampas, todo el dinero, todo el fraude.
Allí, en la reunión, estuvieron un par de ex regentes del ex Distrito Federal, y políticos que ocupan hoy cargos tanto en el gobierno federal como en las cámaras legislativas. Todos están preocupados porque uno de los asuntos que los tiene con los focos rojos encendidos es qué tan creíble podría ser el triunfo priísta en caso de que se diera por cualquier vía.
En ese punto el entorno se complica aún más, porque entre las cosas que se dijeron es que Juan Zepeda, el candidato del PRD, podría declinar en favor de la candidata de Morena, cosa de la que se ha hablado mucho, y que sí, sí está entre los posibles Zepeda, que por otro lado sigue avanzando en las preferencias del electorado.
Pero, bueno, si hoy por hoy las encuestas, creíbles o no, dicen que la candidata de Morena puntea, y que ya en el segundo lugar, empatado con el PRI, se halla Zepeda, la suma de esos votos sería muy difícil de derrotar.
Pero además se habló de que Juan, declinando por Morena, se convertiría en automático en el candidato más fuerte para la siguiente elección; es decir, sería un golpe político que lo colocaría como el artífice de la derrota del PRI, y eso, además de quitarle luces a Morena, sería muy apreciado por quienes ya no toleran a otro gobernador priísta en la entidad.
Es decir, el único escenario que parece no convenirle es el de seguir como candidato perdedor. Todo lo demás es ganar-ganar. Ese análisis del PRI advierte, entonces, que no sólo perderían este sexenio, sino también el que sigue, y por ello tratarán de hacer que Zepeda se olvide de las declinaciones y reste votos y posibilidades a la profesora Delfina Gómez, de Morena, para llegar a la gubernatura.
De pasadita
Si a nadie le extraña que el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, Humberto Lozano, aparezca casi todos los días en casi todos los actos a los que asiste el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, es porque no saben que por ahí, no muy escondido, hay un plan de la iniciativa privada para llevar a Lozano a una candidatura ciudadana para el Gobierno de la Ciudad de México.
Nos cuentan que ya hay firmas muy importantes de respaldo a esa posibilidad, y aunque muchos aseguran que no es nada serio, hay otros que dicen que no sólo la IP está en ese apoyo, porque el propio Miguel Ángel Mancera, como se dice en el argot, no ve con malos ojos la posibilidad, y Lozano, quien seguramente ya sabe de esas intenciones, hasta el momento se ha dejado consentir, y ahí va, calladito, calladito.