Consciente de que el Festival Internacional de Cine de Cannes (que se realizará del 17 al 28 de mayo) le brinda roce con sus similares del mundo, el cineasta mexicano Michel Franco visita la Riviera francesa por cuarto año consecutivo, para presentar su más reciente trabajo, Las hijas de Abril, en la sección Una Cierta Mirada.

Esta cuarta ocasión que visito el festival de Cannes lo celebro más que las primeras. Es más difícil mantener el nivel en el festival y que se den cuenta de que ha habido una evolución en mi trabajo, que haber participado una primera o segunda vez. Tiene más relevancia volver por cuarta ocasión.

Los elementos con que Las hijas de Abril sedujo a los programadores de la sección, a decir de Franco, fueron: “Creo que les llamó la atención porque es muy diferente a mis películas anteriores, en cuanto a que hay tres personajes femeninos y es mucho más suave que las anteriores. La sensación que provoca en el espectador es muy diferente; sin embargo, hay muchas constantes con el resto de mis películas.

Distinta energía

Sin dejar de ser el director que he sido, hay una historia completamente diferente y una energía distinta en la técnica, como el manejo de la cámara, que no es estática como en las otras. Siento que he evolucionado en mi trabajo, explicó.

Michel Franco ha participado en el festival más reconocido del orbe con Daniel y Ana, luego con Después de Lucía y el año anterior con Chronic: el paciente.

En la charla telefónica, Franco se refirió al elenco de este filme: “Creo que otra de las cosas importantes son los actores: tuve suerte con el casting. Eso ayudó a que disfrutara mucho el trabajo y a que ellos tuvieran mucha química. Las tres protagonistas estuvieron viviendo varias semanas juntas en Puerto Vallarta, que fue la locación principal. Se convirtieron prácticamente en una familia de verdad”.

En cuanto al universo femenino retratado en Las hijas de Abril, Franco señala: “Siempre me han llamado más la atención los personajes femeninos que los masculinos. De hecho, el personaje que Tim Roth interpreta en Chronic: el paciente estaba pensado para una mujer; en Después de Lucía me gusta mucho el personaje de Tessa, pero en Las hijas de Abril es otro boleto, porque son puras mujeres conviviendo entre ellas. Es un reto mayor tratar de escribir buenos personajes femeninos, porque su mundo es un laberinto. Uno como hombre trata de entender qué es lo que pasa, pero no es lo mismo que retratar el universo femenino. En la película dejé que las actrices colaboraran mucho; me apoyé mucho en ellas”.

Asegura que está aprovechando la participación de Las hijas de Abril en la sección Una Cierta Mirada para que el estreno sea más grande en México, porque la vamos a transmitir en salas de cine, de manera simultánea, en el país. O sea, cuando se proyecte en Cannes se transmitirá al mismo tiempo en México; es algo especial que haremos. Y a los pocos días se estrenará en salas comerciales, para que el público mexicano pueda verla.

Ante la árida participación de la cinematografía latinoamericana en general y la mexicana en particular en el influyente certamen francés, sostuvo que la intervención de Las hijas de Abril “ha sido muy celebrada. He recibido mucho apoyo de los medios de comunicación y de la gente; siento que realmente es un orgullo para México, me lo hacen ver de esa manera. Es un logro que ya no es únicamente de la productora Lucía Films; hay mucho apoyo de todos lados.

No todos los años hay cine mexicano en Cannes, pero casi siempre, y bien representado. Es fácil que el público se acostumbre a ver participación mexicana, como en los Óscar, que de repente empezó a haber mucha presencia mexicana, pero no es algo que hay que dar por hecho: hay que seguir trabajando en todos los renglones.

De México para México

Creativamente me siento muy bien. Estoy filmando una película cada dos años, siempre estoy pensando en la siguiente, todo el proceso lo disfruto mucho. Lo que más aprecio es que hay apoyo para producir mis películas. Porque todas las películas que hago son de México y para México.