Top of the Lake, de Jane Campion, y Twin Peaks, de David Lynch, fuera de competencia
Martes 16 de mayo de 2017, p. a10
París.
Por primera vez, dos series de televisión integran la selección oficial del Festival de Cannes, aunque están fuera de competencia, consagración para un género que ha conquistado a todos los públicos, desdibujando los límites con el séptimo arte.
Se trata de dos series de dos directores de cine recompensados ya en Cannes: la segunda temporada de Top of the Lake, de la neozelandesa Jane Campion, única mujer que ha ganado la Palma de Oro (El piano, 1993), y la tercera parte de Twin Peaks, del estadunidense David Lynch (Corazón salvaje, Palma de Oro en 1990), presentada 25 años después de las dos primeras entregas.
Antecedentes
Antes que Cannes, otros grandes festivales de cine ya han entreabierto las puertas a este formato. El año pasado, la Berlinale, que tiene ahora una sección dedicada a las series, proyectó en sesión especial los primeros episodios de Night Manager, inspirada en una novela de John Le Carré, y la Mostra de Venecia reveló el inicio de Young Pope, de Paolo Sorrentino. En Estados Unidos, los Globos de Oro recompensan filmes y desde 1962 también series. A partir de este año, los MTV Awards, llamados ahora MTV Movie & TV Awards premian tanto películas como series.
Por el momento, Cannes, sin embargo, no mezcla los géneros. El año que viene la ciudad les dedicará un festival propio, Cannes Series, con el apoyo de Canal+.
Todos estos signos reflejan el peso cada vez más importante de las series respecto del cine en cuanto a espectadores, financiación e influencia cultural.
Emancipadas de la televisión, las series se ven sobre todo por Internet y a menudo en los celulares, gracias a los nuevos servicios ilimitados, como Netflix, CanalPlay, Amazon Prime o Hulu. Esto les permite llegar a decenas de millones de espectadores, mucho más que cualquier red de salas de cine.
En Estados Unidos, desde 2006, el número de series producidas por año se ha duplicado, pasando de 192 a 455 en 2016, según FX Research, una de cada cinco es producida por un servicio de video en línea.
Su presupuesto puede superar al de muchas películas: Netflix invierte miles de millones de dólares en sus creaciones originales. Según la revista Première, Marco Polo costó 9 millones de dólares por capítulo y The Crown, sobre la vida de la reina Isabel II, 14 millones, nueve veces más que Moonlight, que recibió el Óscar a la mejor película en 2017.
Las series también han robado al cine estrellas de Hollywood. Matthew McConaughey, en True Detective; Anthony Hopkins, en Westworld, y Nicole Kidman en Top of the Lake y Big Little Lies.