El Hospital General de Zona 48 adquiere equipo para taladrar el cráneo de forma segura
En el nosocomio de segundo nivel, cuatro operados por tumores, hematomas e hidrocefalia
Domingo 14 de mayo de 2017, p. 33
Hace tres meses, cuando se dirigía a su trabajo, Valerie Labastida sintió mareos y poco después sufrió una convulsión. El hecho la tomó por sorpresa, porque antes no había sentido ninguna molestia que le avisara sobre una posible enfermedad.
Al acudir al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para una revisión, el neurocirujano Gerardo Sánchez notó que Valerie tenía un meningioma, es decir, un tumor cerebral de lento crecimiento que le provocó más convulsiones y terminó por incapacitarla para trabajar.
En otros tiempos la operación que necesitaba la paciente hubiera tardado meses en realizarse, debido a la gran cantidad de personas que están en la lista de espera para atenderse en un hospital de alta especialidad, pero ella fue intervenida quirúrgicamente apenas tres días después de su diagnóstico.
La razón de que Valerie Selene recibiera una atención tan rápida fue que a principios de este año el Hospital General de Zona número 48 del IMSS –ubicado en la colonia San Pedro Xalpa, de la delegación Azcapotzalco– recibió un aparato especial que facilita la realización de cirugías para extirpar tumores cerebrales.
El craneótomo
Se trata del craneótomo, dispositivo que ayuda a taladrar el cráneo de forma rápida y segura, gracias al cual ya han sido operados cuatro pacientes por tumores, hematomas e hidrocefalias, en un nosocomio de segundo nivel de atención que normalmente no se hacía cargo de ese tipo de casos por falta de herramientas para hacerlo.
Esperar tres meses o más para pasar al quirófano hubiera significado un desgaste físico y mental tanto para mí como para mi familia. Estar internada hubiera sido muy duro, por el miedo de qué va a pasar. Siento que fue una excelente atención y gracias a Dios puedo seguir con mi vida
, expresa Valerie, de 36 años, quien espera volver pronto a su empleo como auxiliar administrativa de una empresa.
En entrevista con La Jornada, el neurocirujano Gerardo Sánchez explicó que el craneótomo es una sierra de alta precisión que funciona con nitrógeno, a través de un mecanismo de mano conectado a una manguera que se pone en marcha con un pedal, muy similar en su operación a la fresa
de un dentista.
Gracias a ese aparato es posible realizar un trépano –u orificio en el cráneo– en unos cuantos segundos y con total seguridad para el paciente, ya que cuando detecta que su broca ya rompió el hueso y llegó a la duramadre –la meninge que protege el sistema nervioso central– se detiene automáticamente.
Si vamos a quitar un coágulo, por ejemplo, la cirugía se hace en unos 10 o 15 minutos. Antes se tenían que utilizar sierras y cosas manuales. Se perdía mucha sangre y la mortalidad era más alta. Con el craneótomo podemos operar cualquier tipo de tumor, aun si son casos difíciles
, abundó el especialista.
Al agilizar las cirugías se evitan fallecimientos, porque antes se perdían muchas horas y en el cerebro las horas son vitales. Si no atiendes un hematoma epidural rápido, la gente se muere
, destacó Sánchez. Pero también se minimiza la posibilidad de que los pacientes queden con secuelas tras la operación.
Por su parte, el doctor y académico Pedro Gómez Casanova, neurointensivista y experto en medicina crítica, destacó que este tipo de aparatos normalmente se utilizan en hospitales de alta especialidad, pero el hecho de que se utilice en un nosocomio de segundo nivel ayuda a desahogar la gran demanda que tiene el Centro Médico La Raza, por ejemplo.