Aunque la mayoría de los grupos financieros no esperan que el Banco de México (BdeM) vuelva a subir su tasa de interés el próximo jueves, cuando anuncie su decisión de política monetaria, algunos analistas no descartan que podría hacerlo en un cuarto de punto porcentual por encima del 6.50 por ciento en que está actualmente.

Lo anterior, luego de que la inflación general alcanzara en abril su pico más alto desde 2009, al llegar a 5.82 por ciento anual.

Gabriel Casillas y Delia Paredes, especialistas de Grupo Financiero Banorte-Ixe, explicaron que hacia delante, la inflación seguirá siendo afectada por el incremento y liberalización de los precios de la gasolina y por los efectos que la depreciación del tipo de cambio y del incremento en los energéticos seguirá teniendo sobre los precios.

Analistas encuestados por el Banco de México aumentaron su expectativa de crecimiento de la inflación al cierre de este año de 5.6 por ciento en marzo a 5.7 por ciento en abril.

Si bien consideraron que las condiciones de corto plazo de la inflación y el tipo de cambio le dan espacio a la junta de gobierno del banco central para no subir sus tasas en la reunión del 18 de mayo, estimaron muy probable que éstas se tengan que incrementar en la reunión del 22 de junio.