Cincuenta y cuatro familias que viven en un conjunto habitacional en Avena 110, colonia Granjas, delegación Iztacalco, solicitaron el apoyo de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México para detener la construcción de dos torres de departamentos –una de 19 pisos y otra de 10–, que se erigen a un costado de sus viviendas, las cuales han comenzado a sufrir los estragos de las vibraciones.

Se trata de personas de escasos recursos, la mayoría adultos mayores, que viven con el temor de que les caiga el techo encima, ya que el inmueble que habitan se construyó hace más de 50 años y nunca se le ha dado mantenimiento. Ya les dije a mis vecinos, si se cae esto, avisen que aquí vivía una viejita. No me dejen, expresó Silvestra Sandoval, de 74 años de edad, quien vive sola en una de las casas.

Ricardo Manzanares, otro de los inquilinos, explicó que desde que empezaron a demoler la nave industrial que ocupaba el predio contiguo, comenzaron a aparecer las cuarteaduras en el edificio. Primero fue la barda que colinda con la obra, en la que están instalados los medidores, y después en muros y pisos, relató.

Detalló que solicitaron a la empresa que se hiciera responsable de las afectaciones, pero terminaron de tirar todo y se fueron. Ahora ya llegó otra. Construyen pilotes, pero nuestra preocupación es que cuando excaven se pierda estabilidad en el terreno y se venga abajo el edificio, que tiene cimentación poco profunda con base de celdas.

El proyecto inmobiliario Francisco del Paso Residencial debe presentar sus permisos, exigen los vecinos del predio contiguoFoto Rocío González

El desarrollo inmobiliario denominado Francisco del Paso Residencial, ubicado en Francisco del Paso y Troncoso 175, proyecta la construcción de 400 departamentos en dos torres, según la información que han obtenido los vecinos de manera directa, pero en los datos que colocó en una manta la constructora en el predio sólo se habla de 86 viviendas.

En las imágenes que promueven para la venta de los condominios también se observa que el proyecto arquitectónico es de mayor dimensión, por lo que temen que no tengan el estudio de impacto urbano que corresponde a una obra de esa magnitud.

Con copia de los escritos, Virginia Longinos, otra de las vecinas, señaló que han solicitado la intervención de las autoridades de la delegación Iztacalco, quienes han dicho que no cuentan con ningún permiso para esa obra, pero tampoco han acudido a verificar el predio, donde exhiben la licencia IZTB0003-17.

Indicó que también presentaron una queja ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (Paot), cuyo personal acudió cuando estaba la demolición, pero no ha regresado a pesar de que ya se notificó que han ingresado material de construcción.

Los vecinos exigieron que se detenga la obra mientras se realizan estudios y haya garantías de que no les afectará su patrimonio.