l veterano director Ridley Scott –quien cumple 80 años en noviembre– ha llegado al punto en que puede darse el lujo de volver a hacer sus películas. Si Howard Hawks lo hizo con buenos resultados, ¿por qué no habría de intentarlo Scott?
Más que Prometeo (2012), una cinta a medio camino entre el hallazgo y la rutina, Alien: Covenant, es la secuela que más se asemeja a Alien: el 8º pasajero (1979), la película del propio Scott que inició la exitosa franquicia. Como en aquella, la nueva adición presenta una expedición espacial, cuya misión es distraída por una señal de emergencia. A eso se añade la desviación a un planeta desconocido, donde ha proliferado un temible monstruo. En gran medida, por culpa de un androide (o sintético
) con su propia agenda antihumana, el monstruo diezma a la tripulación de la nave. Quedan los más habilidosos –una mujer, sobre todo– para vencer al alienígena y tratar de escapar.
O sea, es la misma trama de la original, sólo que retrabajada por los guionistas John Logan y Dante Harper. El primero, dramaturgo de oficio, ha dado muestra de su talento en diversos guiones y, en especial, su creación de la subestimada serie gótica Penny Dreadful (2014-2016). Dicha experiencia en la relaboración de los principales mitos del horror literario, le ha permitido inyectar una refrescante dosis de reflexión al problemático personaje de David (Michael Fassbender), el sintético sobreviviente de Prometeo, que ha gozado de 10 años de soledad fungiendo como especie de Dios del Antiguo Testamento –o sea, genocida–, creyéndose muy superior a su propio creador, el ser humano. David se la ha pasado experimentando con híbridos y variaciones del monstruo hasta llegar a la forma biomecánica en que lo hemos conocido.
Su enfrentamiento con el obediente sintético del Covenant, llamado Walter (Fassbender, otra vez), es la esencia dramática de esta secuela. Tomando elementos de Blade Runner (1982), el androide rebelde tratará en vano de convencer a su casi igual de que es mejor reinar en el Infierno, que servir en el Cielo
. (Cabe elogiar el sutil trabajo de Fassbender, al diferenciar a los dos robots con un simple cambio de miradas).
Por otra parte, Scott ha acelerado el ritmo en esta especie de remake de Alien. Lo que era un pausado viaje al horror (con apariciones del monstruo más breves de lo que se muestra en el tráiler de Alien: Covenant), es ahora un frenético descenso en el caos desde los primeros minutos, en que muere accidentalmente el capitán de la nave (James Franco, en una actuación piadosamente breve). Siendo 15 los miembros de la tripulación, eso deja campo para muchas variantes de una muerte cruel, casi siempre cuando uno decide alejarse del grupo y tentonear lo que no debe. (El orden también obedece a la cantidad de créditos acumulados. Así, el mexicano Demián Bichir dura bastante más en pantalla que sus alternantes desconocidos).
Dado que Scott es dueño de la patente argumental, puede hacer con ella lo que quiera, superando a las incontables imitaciones como la reciente Life: vida inteligente (Daniel Espinosa, 2017). Y en este caso hace la talacha formal con toda la habilidad de la que es capaz, consiguiendo su película más vigorosa desde La caída del halcón negro (2001). Pocos directores actuales saben conseguir una coreografía de muerte y destrucción elevada a bello espectáculo.
Lo curioso de la franquicia es que nos ha acostumbrado a una resolución pesimista, en la que permanece el sentido de amenaza. Alien: Covenant no es la excepción. Según corresponde a los tiempos que corren, hay un giro de tuerca final que los más conocedores sabrán advertir. Los elementos están listos para una secuela, la que se supone será el eslabón faltante para conectar con Alien. Si Scott va a estar nuevamente al mando de esa misión, nos uniremos con entusiasmo.
Alien: Covenant
D: Ridley Scott/ G: John Logan, Dante Harper, basado en un argumento de Jack Paglen, Michael Green, a su vez basado en personajes creados por Dan O’Bannon, Ronald Shusett/ F. en C: Dariusz Wolski/ M: Jed Kurzel/ Ed: Pietro Scalia/ Con: Michael Fassbender, Katherine Waterston, Billy Crudup, Danny McBride, Demián Bichir/ P: Twentieth Century Fox Film Corporation, Brandywine Production, Scott Free Productions, TSG Entertainment. EU, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda. 2017.
Twitter: @walyder