Bogotá.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió que cárteles de narcotraficantes, incluidos de México, buscan sabotear el plan de sustitución de cultivos ilícitos lanzado este jueves por su gobierno.

Por supuesto a los narcotraficantes en México no les gusta que su materia prima de pronto desaparezca y están en contra, por lo que tenemos que evitar a toda esa gente, dijo el mandatario durante el lanzamiento del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito en el municipio de Uribe, en el central departamento de Meta.

El gobernante sostuvo que los narcotraficantes colombianos tampoco están interesados en que prospere la iniciativa con la que su gobierno busca sustituir 50 mil hectáreas de cultivos ilícitos este año en beneficio de 100 mil familias.

Por ello, Santos pidió a la fuerza pública que esté con ojo avizor para evitar que los narcotraficantes amedrenten a las comunidades que se acojan al programa gubernamental.

Colombia es el principal cultivador mundial de hoja de coca, materia prima de la cocaína, con 96 mil hectáreas de sembradíos, y también el mayor productor de esa droga con 646 toneladas en 2015, según la Organización de Naciones Unidas.

La sustitución de cultivos ilícitos fue uno de los temas pactados en el acuerdo de paz firmado en noviembre entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antigua guerrilla del continente.

Las FARC han reconocido haberse financiado con actividades relacionadas con el narcotráfico, como el cobro de impuestos a cultivadores de coca, base de la cocaína, pero en el pacto de paz los miembros de la guerrilla aceptaron desvincularse del negocio de la droga.

En tanto, en La Habana, los jefes máximos de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, y del Ejército de Liberación Nacional, Nicolás Rodríguez, alias Gabino, sostuvieron un encuentro en el que se compromtieron a persistir en sus procesos de paz durante el próximo gobierno de Colombia, pese al llamado a la guerra de la extrema derecha y de que el segundo grupo rebelde descarta un acuerdo antes de las elecciones de 2018.

Al continuar el cumplimiento de los compromisos asumidos entre el gobierno y las FARC, el Congreso aprobó la noche del miércoles la ley que permite la participación política de miembros de ese grupo guerrillero. El Senado aprobó la iniciativa con 52 votos a favor y dos en contra.

Entre otros puntos, la ley otorga 10 curules a los ex guerrilleros, cinco en cada cámara, aunque para ello deben participar en la contienda electoral de 2018. En caso de que no alcancen los escaños por votación popular, se les otorgarán los necesarios hasta cumplir las cuotas acordadas.