Reconocen a la agrupación argentina con el Premio Princesa de Asturias
comunicadores desde la creación artística y el humor
Se les otorga el galardón por su original tratamiento del lenguaje, de los instrumentos musicales y de la acción escénica... son referente de libertad en la sociedad contemporánea
, dice el jurado
Jueves 11 de mayo de 2017, p. 9
Madrid.
El grupo argentino Les Luthiers es sinónimo de humor inteligente, de crítica aguda y mordaz, de creatividad multidisciplinaria y rítmica con la que hacen poesía y denuncian lastres contemporáneos y añejos como la corrupción, la pobreza, la desigualdad y el cinismo. Por eso y por su original tratamiento del lenguaje
se decidió otorgarles el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, con el que se rinde un homenaje a un grupo de músicos, actores y poetas que han recorrido los escenarios de medio planeta desde 1967.
El jurado del Premio Princesa de Asturias, integrado sobre todo por comunicadores, filósofos, catedráticos y periodistas decidió reconocer la labor infatigable de este grupo de argentinos, que siendo todavía universitarios
decidieron crear un lenguaje y un universo propios en los que cabrían sus tres grandes inquietudes: la preocupación por el mundo y sus contradicciones; la música, y el lenguaje o la poesía.
En el acta del jurado se señala que es uno de los principales comunicadores de la cultura iberoamericana desde la creación artística y el humor
, y que se le otorga el galardón porque su original tratamiento del lenguaje, de los instrumentos musicales y de la acción escénica atrae a cientos de miles de espectadores de todas las generaciones, que han convertido a Les Luthiers en un espejo crítico y en un referente de libertad en la sociedad contemporánea
.
Extensa y agitada trayectoria
El premio que se le concede a Les Luthiers es un reconocimiento más a su extensa y agitada trayectoria en los escenarios más prestigiosos de América Latina, sobre todo, pero también en Europa, principalmente en España y Francia, y en Estados Unidos, donde han actuado en las principales ciudades. El galardón llega, además, sólo dos años después del fallecimiento de uno de sus fundadores y hombre clave por más de cuatro décadas: Daniel Rabinovich, quien fue, junto a Jorge Maronna y Marcos Mundstock, los que mantuvieron vivo el proyecto.
El grupo nació en 1967, pero seis años después murió Gerardo Masana, quien ideó la esencia del proyecto, pero también permitió que se fueran incorporando otras voces que se hicieron fijas y que hoy forman una parte imborrable en la historia del grupo: Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés. Este fue el núcleo duro de Les Luthiers, al menos hasta 2000, que con la entrada del nuevo milenio decidieron hacer algunos cambios y permitir la selección de algunas suplencias para algunos de sus integrantes. Así eligieron entonces a Horacio Tato Turano, cantante, pianista, saxofonista y compositor, que acompaña al grupo en todos sus espectáculos, y más recientemente han incorporado al actor y cantante Martín O’Connor. Actualmente figuran como suplentes Roberto Antier y Tomás Mayer Wolf.
Sus espectáculos se caracterizan por una combinación de música y humor inteligente, además de una peculiar utilización de instrumentos musicales creados por ellos mismos a partir de elementos cotidianos para interpretar la música que compusieron. También son los responsables de la dirección y la puesta en escena, así como de los textos, que se distinguen por la riqueza de su léxico y están plagados de juegos de palabras inteligentes y originales.
Su riqueza idiomática sólo es comparable con su profunda y rica melomanía, que se deja ver en el espectáculo, con una mezcla vivaz de diversos géneros y lenguajes musicales: tangos, boleros, corridos mexicanos, merengues, óperas y zarzuelas, entre otros. Se calcula que de sus inicios a la actualidad han compuesto más de 170 canciones, han construido más de 30 instrumentos musicales y han ofrecido más de 4 mil actuaciones ante más de 9 millones de espectadores.