La lucha de Benito Juárez para derrotar al imperio francés debe servirnos para cambiar al México actual, afirmó el viernes Pablo Moctezuma Barragán, jefe delegacional en Azcapotzalco, durante la presentación de su libro Juárez, la serenidad que venció al imperio.

Sostuvo que en el país ahora se requiere aprender de los patriotas que supieron ganar en beneficio de nuestro país, como lo hizo Juárez al derrotar, hace 150 años, la invasión francesa.

La presentación de este volumen tuvo lugar en la octava Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco, que concluirá este domingo, y en la que participaron la cronista de la ciudad Ángeles González Gamio y el periodista Jesús Ramírez Cuevas.

Moctezuma Barragán destacó que algo que debemos apren- der de Benito Juárez son la humildad y el amor, pues sólo quien ama a su pueblo como él lo hizo es capaz de esa entrega y compromiso.

González Gamio y Ramírez Cuevas reconocieron la aportación del libro para recuperar el pensamiento del Benemérito de las Américas.

No sólo como líder político, detallaron, sino como el ser humano que enfrentó muchas vicisitudes familiares, trágicas, a las cuales tuvo que sobreponerse para lograr los grandes avances históricos alcanzados durante su gobierno.

Tras destacar el absoluto rigor histórico de esta investigación, González Gamio subrayó que Pablo Moctezuma logra meterse en el alma del ex presidente mexicano para acercarnos no sólo al político, al abogado, al constitucionalista, sino que también habla del ser humano que enfrentó momentos muy difíciles y sobreponiéndose encabezó la lucha por recuperar la soberanía del país.

Ramírez Cuevas expuso que el libro aporta lecciones fundamentales para el México del presente, como la necesaria unión del pueblo en torno a un liderazgo comprometido con la defensa de la democracia, la justicia y la soberanía.

Destacó la entereza de Juárez para enfrentar a los grupos más poderosos de su época, como la jerarquía eclesiástica, a la que restó privilegios en favor de los intereses de la nación.

Al concluir el acto se obsequió a los asistentes ejemplares de Juárez, la serenidad que venció al imperio.