Cientos de habitantes del Peñón de los Baños y Pensador Mexicano, en la delegación Venustiano Carranza, salieron a las calles para recrear la tradicional Batalla del 5 de Mayo, protagonizada por zacapoaxtlas y soldados franceses en 1862.

Desde temprano, el ánimo de los asistentes se desbordó, hicieron tronar los cohetones y comenzaron a circular de mano en mano el pulque y las botellas de cerveza o tequila al ritmo de la tambora, en una fiesta que se prolongó todo el día.

Nadie se quedó en casa, familias completas llegaron con sus hijos pequeños. Es una tradición de todo el pueblo, me incorporé hace 20 años, mis papás son originarios de aquí, pero nunca les llamó la atención, yo siempre quise andar en este relajo, admitió Eleazar Caballero, quien llegó vestido de zacapoaxtla, al igual que sus hijas y nietas.

En el bando contrario, vestido de soldado francés, con su mosquetón, pólvora y casquillos en mano, Roberto Bolaños se trasladó desde San Juan de Aragón para asistir a tan singular festejo. Vengo aquí desde que tenía cuatro años, es una herencia de familia, apuntó.

La rivalidad entre las tropas enemigas termina con el triunfo de las huestes mexicanas y la firma del Tratado de la Soledad en el parque del Niño Quemado, no sin antes compartir una comilona, que a decir de Cristi Rodríguez, del comité organizador, consiste en arroz con mole.