Washington.

La mitad de los 675 migrantes detenidos en los primeros días del gobierno de Donald Trump no tenía antecedentes penales o sólo cometió infracciones de tránsito, según publicó ayer el diario estadunidense The Washington Post.

El periódico analizó los datos de los indocumentados detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Los Ángeles, Chicago, Atlanta, San Antonio y Nueva York. De los 675 arrestados en esos operativos, dos fueron condenados por asesinato, 80 por agresión y 57 por ilícitos relacionados con drogas peligrosas. Ciento 63 de ellos fueron sancionados por infracciones de tránsito y 90 por ciento por manejar bajo los efectos del alcohol.

De acuerdo con The Washington Post, 177 no tenían antecedentes penales, aunque 66 sí. Eran cargos pendientes, la mayoría faltas de tránsito o a la leyes de migración. Esos datos son una pequeña muestra de los 21 mil 392 migrantes que la administración de Trump detuvo para iniciar un proceso de deportación entre enero y mediados de marzo. Durante la pasada campaña electoral, el entonces candidato republicano manifestó que iba a expulsar a 11 millones de indocumentados.

El gobierno de Estados Unidos prometió que iba a expulsar principalmente a los criminales, pero advirtió que todo migrante que hubiera entrado ilegalmente al país iba a ser deportado.

Las organizaciones pro migrantes han criticado que el ICE esté deteniendo a estudiantes y padres de ciudadanos estadunidenses que no tienen antecedentes penales graves.

El ex presidente Barack Obama deportó en sus ocho años de gobierno a 2.8 millones de indocumentados, más que ningún otro mandatario en la historia reciente.

Por ello muchos en la comunidad hispana llamaron a Obama deportador en jefe, haciendo un juego de palabras con su cargo de comandante en jefe de las fuerzas armadas estadunidenses.