Desde los primeros meses de edad es posible detectar retraso en el crecimiento infantil, el cual es el síntoma de alguna enfermedad, como desnutrición, anemia o algún problema orgánico en corazón, riñones o hígado. En México, los médicos están obligados a medir y pesar a los niños y sehace en las ciudades, pero no se puede afirmar lo mismo en zonas marginadas del país, señaló José Alberto García Aranda, director del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG).

La endocrinóloga Patricia Medina afirmó que 70 por ciento de la estatura que las personas alcanzan está ligada a factores genéticos y eso también se puede medir, pero pocas veces se detectan las deficiencias en los menores, principalmente en los mayores de dos años, porque sus papás dejan de llevarlos con el médico.

En conferencia para dar a conocer la campaña de promoción de la somatometría (medición de peso y talla), la especialista comentó que un indicador que suele pasarse por alto es la velocidad de crecimiento, la cual se debe evaluar cada seis meses a partir de los dos años de edad.

Indicó que en los primeros 12 meses de vida, los niños deben crecer, en promedio, 25 centímetros; entre el primero y segundo año aumentan 21 centímetros, y entre el segundo y el tercero, de ocho a 10. A partir de los tres años y hasta la adolescencia, el aumento de la talla es de cinco a siete centímetros cada año.

García Aranda recordó que en los años 60 del siglo pasado, el doctor Rafael Ramos Galván creó las Tablas de Crecimiento de México, con base en la situación de los niños en el país. Esa fue la primera experiencia en el tema y desde 2006 existen los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), elaborados a partir de una investigación en seis países.

Dichos lineamientos señalan los parámetros para evaluar el crecimiento de la población infantil. El experto resaltó que los datos de peso y talla son los más valiosos que tienen los pediatras para conocer el estado de salud de sus pacientes. Es una de las medidas de prevención más relevantes.

Además de las deficiencias que pueden existir en los centros de salud del país, si carecen de básculas y estadímetros o si no están bien calibrados, preocupa que donde sí hay estos equipos el personal de salud los utilice en forma adecuada.

Salvador Esteva, también endocrinólogo del HIMFG, indicó que estas mediciones también son útiles para identificar a los infantes con sobrepeso y obesidad.