Antes del inicio de la 103 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ayer por la tarde, los obispos del país acudieron a la nunciatura apostólica para conmemorar el cuarto año de gestión del papa Francisco.

A la recepción, que fue encabezada por el representante del Vaticano en México, Franco Coppola, acudieron Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, así como políticos, algunos gobernadores –como el de Tlaxcala, Mariano González Zarur, y Omar Fayad, de Hidalgo– y varios diplomáticos. También estuvieron presentes directivos de instituciones de educación superior católicas (por ejemplo, Cipriano Sánchez García, rector de la Universidad Anáhuac, perteneciente a la Legión de Cristo) y legisladores como Rocío Nahle García, coordinadora de los diputados de Morena.

Cerca de un centenar de obispos del país llegaron poco antes de las 19 horas a la nunciatura, entre ellos el presidente de la CEM, el cardenal José Francisco Robles Ortega, y Alfonso Miranda Guardiola, secretario general del organismo episcopal. También arribaron algunos obispos eméritos, como Onésimo Cepeda, de la diócesis de Ecatepec, y Emilio Berlie, de Yucatán.

Ayer en la mañana se reunió el consejo permanente de la CEM para ultimar detalles de la 103 asamblea, en la que los obispos darán a conocer un “documento sobre migración, en el cual hacen un llamado a defender la dignidad del migrante mexicano –o de cualquier otra nacionalidad– frente a políticas denigrantes”.

El centro del trabajo es el Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031-2033, que nace como respuesta al llamado del papa Francisco para tener un proyecto de pastoral sinodal que brinde solución a las necesidades actuales, entre ellas la migración.

En el consejo permanente también se votó el documento de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Adolecentes y Jóvenes, fruto de dos años de intenso trabajo del secretariado de la dimensión con coordinadores de la pastoral juvenil de todo México.

Dicho documento es de vital importancia en la coyuntura de la Iglesia católica, pues nace previamente al sínodo de los jóvenes, convocado por el pontífice.

Antes de la recepción en la nunciatura, los obispos acudieron como invitados a la misa que se celebró en la Basílica de Guadalupe, con motivo del centenario de la Unión Nacional de Padres de Familia.

Al salir de la nunciatura, Roque Villanueva resaltó que la visita del Papa el año pasado incidió en el país, pues se ha notado que la religiosidad se ha incrementado en términos positivos. Añadió que el nuncio comentó que desea a México lo mejor y manifestó expresiones de mucho cariño hacia el país.