Funcionarios mexicanos constataron las historias al viajar a Centroamérica
En 2016 se disparó el número de solicitudes: 8 mil 788 en total; este año van 3 mil 867 casos
Domingo 23 de abril de 2017, p. 11
Desde hace un lustro, la mayoría de los extranjeros aceptados en nuestro país como refugiados provienen de Honduras y El Salvador, donde se ha recrudecido la disputa de territorios entre pandillas, así como el reclutamiento y la extracción forzada de menores
para sumarlos a las filas del crimen, advirtieron funcionarios mexicanos.
Al realizar visitas de campo, constataron la veracidad de muchas de las historias que escuchan a diario en sus oficinas, narradas por quienes huyen de la violencia.
Las solicitudes para acceder a este tipo de protección, otorgado por el Estado mexicano a los extranjeros en situación de riesgo, se incrementaron poco más de mil por ciento en los seis años recientes, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Ambas instancias alertan acerca de un mayor número de solicitantes de auxilio en 2017.
Territorios sin ley
Si bien la crisis en el llamado Triángulo del Norte de Centroamérica no es nueva, ahora son los propios funcionarios, responsables de evaluar la situación de los solicitantes, quienes conocieron y dan testimonio de la existencia de territorios sin ley.
Visitamos colonias de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Las fronteras entre una pandilla y otra son invisibles; la gente sabe quién manda en un lado y otro. Apenas entramos a una escuela en la región El Quebrachito, tuvimos que salir casi de inmediato porque ya nos habían detectado unos hombres. Es imposible no mirar las armas largas que portan, de grueso calibre. No, no eran policías. La policía no entra ahí
, relató un enviado a esa zona.
A partir de 2013, de acuerdo con estadísticas de esta comisión, el grupo mayoritario de personas solicitantes de refugio son originarias de Centroamérica. Le siguen, según la coyuntura, ciudadanos de otras latitudes.
Por ejemplo, en ese año cubanos y nigerianos se agregaron a la franja de mayor número de peticiones. En 2014 y 2015, los países no típicos fueron Venezuela y Colombia.
El año pasado se sumaron a este primer bloque cientos de ciudadanos procedentes de Venezuela y Nicaragua, a quienes el gobierno mexicano ha apoyado con base en un análisis en el que se incluye el factor de convulsión social por causas políticas y económicas que pondrían en riesgo la integridad del migrante, de volver a su lugar de origen, explicaron en la Comar.
Durante 2013, esta instancia recibió mil 296 solicitudes de refugio; para el año siguiente fueron 2 mil 137 y, para 2015, 3 mil 424.
El disparo ocurrió el año pasado. Con una infraestructura mínima y muy escasos recursos, la Comar debió atender 8 mil 788 peticiones y, en lo que va de 2017, la cuenta ya va en 3 mil 867 casos.
En 2016, una cuarta parte de los solicitantes abandonaron o desistieron del trámite; 20 por ciento no fueron reconocidos y 641 recibieron protección complementaria
, alternativa no tan amplia como el refugio, pero suficiente para que el extranjero continúe en México.
Durante ese lapso (2016), el incremento de solicitudes fue de 678 por ciento, comparado con la situación de 2013.
En el presente año, de 3 mil 867 solicitudes, 224 ya fueron abandonadas; se ha emitido negativa para 227 personas y el reconocimiento de refugio para 202.
La Acnur advierte y reconoce también la problemática aguda en Centroamérica y pide a los gobiernos sensibilidad al momento de analizar los casos, especialmente de los grupos vulnerables.
Por ahora, niños, niñas y adolescentes no acompañados son enviados a albergues, ya sea del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) o de instancias civiles, mientras se analiza su situación.