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Días después de ser absuelto de un doble homicidio, lo hallan colgado en su celda

Perseguido por un pasado tormentoso, se suicida el ex NFL Aaron Hernandez

Cumplía cadena perpetua por otro asesinato

Familia duda y pide abrir investigación

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Aaron Hernandez tenía 27 años y jugó durante tres temporadas con los Patriotas de Nueva InglaterraFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de abril de 2017, p. a15

Boston.

Unos días después de que ser absuelto de un doble homicidio, el ex jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Aaron Hernandez, murió tras ahorcarse en su celda, donde cumplía cadena perpetua por otro asesinato.

Los guardias de Centro Correccional Souza Baranowski encontraron a Hernandez sin vida tras colgarse con una sábana amarrada a una ventana de su celda y con la puerta atascada por objetos que colocó el jugador, según informaron las autoridades penitenciarias, poco después de las tres de la madrugada. El cuerpo fue llevado a un hospital, donde se certificó la muerte una hora después.

Hernandez, de 27 años, estaba en una celda para una persona, dentro de una unidad general en la prisión estatal de máxima seguridad. Según informaron la autoridades se desconoce si había una nota de suicidio. Sobresale que no existía temor fundado de que Hernandez tratara de quitarse la vida y que en ese caso, hubiera sido trasladado a una unidad de salud mental.

Sospechas

La familia de Hernandez expresó dudas respecto de la versión de un suicidio y pidió que se abra una investigación, pues sospechan que pudo ser víctima de homicidio por parte de otros reos o, incluso, de las propias autoridades del penal.

Hernandez era una estrella en la Universidad de Florida, pero fue seleccionado en la cuarta ronda del draft de la NFL debido a problemas de conducta en la universidad. Como profesional, fue un jugador productivo en tres temporadas con los Patriotas y ayudó al equipo a alcanzar el Supertazón.

En 2012 firmó un contrato por cinco años y 40 millones de dólares. Dos años después, Hernandez ni siquiera pudo ver los partidos por televisión mientras estaba preso en espera de un juicio por un tiroteo, y ya era sospechoso en otro.

El equipo lo despidió en junio de 2013, poco después de su arresto por el asesinato de Odin Lloyd, jugador semiprofesional de futbol americano que salía con la hermana de la prometida de Hernandez. Finalmente fue sentenciado a cadena perpetua por ese caso, sin posibilidad de salir en libertad condicional.

El viernes, Hernandez fue exonerado de los cargos de asesinato por las muertes de Daniel de Abreu y Safiro Furtado en 2012, en Boston. La fiscalía argumentó que el jugador los mató a tiros después que uno de los hombres derramó un trago sobre Hernandez en una discoteca.

La vida del ex jugador estuvo llena de turbulencias y contrastes. Creció en una ciudad industrial de Connecticut, en un ambiente hostil y con delincuencia. Una infancia difícil que tuvo un giro inesperado cuando fue becado para jugar futbol americano por la Universidad de Florida. Después llegó la oportunidad en la NFL con Nueva Inglaterra. Sin embargo, Hernandez mantuvo su vida agitada con episodios violentos, peleas en bares, problemas domésticos –su padre atacó a su madre con un cuchi-llo, por lo que terminó en la cárcel–, positivos en pruebas antidopaje, que hicieron siempre sombra en su carrera con los Patriotas.

El abogado de Hernandez, Jose Baez, indicó que realizará su propia investigación sobre la muerte, pues asegura que el ex jugador tenía confianza de que demostrarían su inocencia en el asesinato de Lloyd en 2013, por el que estaba condenado a cadena perpetua.