Cancún.

Pedro Infante Cruz, el Ídolo de Guamúchil (Sinaloa) dejó honda huella en el ahora municipio de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, donde a 60 años de su muerte es recordado con cariño.

Don Manuel Cen Balam, de 80 años, originario del lugar, afirmó que hay un registro de múltiples visitas del actor y cantante a la ciudad en los años 50. Aquí encontró amigos que se volvieron casi su familia.

Muchos recuerdan sus andanzas como capitán y piloto aviador, brigadista, socorrista y trabajador de un campamento chiclero. En Cozumel hay relatos de que pasó parte de su luna de miel con Irma Aguirre Martínez –Irma Dorantes–, y en Chetumal apoyó en las labores de rescate tras el paso del huracán Janet, en 1955.

Contó que el actor llegaba al menos una vez al año a visitar a don Ruperto Prado Pérez, quien fue su padrino, y alguna vez escuché que tenía planes de invertir en Quintana Roo, en una hacienda cerca de Santa Elena, en la frontera con Belice; también analizaba la compra de terrenos en Tulum.

Cuando no filmaba, Pedro se empleaba como piloto de la peninsular Tubos de Acero de México, SA, que realizaba cuatro vuelos semanales ruta Mérida-Chetumal-Carrillo Puerto-Cozumel, y de regreso.

El entrevistado refirió que en las temporadas de descanso, Infante solía visitar Carrillo Puerto, y cuando llegaba luego, luego se iba a desayunar a casa de don Ruperto. En el trayecto de repente frenaba en cualquier casa y se metía a gorrear un taco.

Recordó que “mientras estaba de descanso en Mérida, los domingos, cuando no había vuelos, pedía un avión y subía al trío Los Tecolotes, a las secretarias, a unos amigos –incluido su servidor–, pasaba a Felipe Carrillo Puerto por Ruperto Prado y nos íbamos a Cozumel”.

“Don Ruperto siempre dijo que el Ídolo de Guamúchil visitaba Quintana Roo por tres razones: su afición a la aviación, su casa de Mérida y su amistad con él”, comentó Cen Balam.

Los habitantes claman que se erija un monumento frente al Museo Maya en honor del intérprete de Amorcito corazón.