Es resultado de una década de investigación, expresa el académico José María Murià
Consiste en seis tomos con tirada de 4 mil ejemplares de cada uno, explica en entrevista con La Jornada
Sólo exponemos hechos con todos los elementos de conocimiento posibles
Sábado 15 de abril de 2017, p. 2
El estado de Jalisco es una de las piezas más importantes del gran mosaico que es México, por eso su historia no es algo al margen de los ámbitos nacional e internacional, afirma José María Murià Rouret (CDMX, 1942), historiador, museógrafo, académico y director del proyecto editorial Historia general de Jalisco.
Tras una década de trabajo, se publican seis volúmenes de esa obra, coordinada también por Angélica Peregrina, en la que participaron 16 historiadores que en sus textos muestran una entidad cercana a todo mexicano, con información apegada a la realidad, explica Murià, desde la época prehispánica hasta la llegada del primer gobernador panista a mediados de los años 90 del siglo pasado y el arribo al poder de Aristóteles Sandoval.
Entre otros temas, se narran también desde los acontecimientos de Nueva Galicia (como se conoció al territorio jalisciense y nayarita de 1531 a 1821), hasta la evolución territorial de Jalisco, el origen de la charrería o el desarrollo del tequila, en seis libros que, como indica la editorial Porrúa, pretenden fortalecer la identidad y el conocimiento de quienes viven y piensan que habrán de morir en este bello estado
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Coeditada también por el gobierno de esa entidad y El Colegio de Jalisco, la obra es una nueva y enriquecida versión de aquel libro que Murià preparó en 1982, hecho muy al estilo gubernamental porque se empezó y se terminó en un sexenio. Trabajamos muy duro, pero a la carrera
, narra el historiador en entrevista con La Jornada.
El articulista de esta casa editorial recuerda que “quedaron cuatro tomos muy buenos de la historia de Jalisco, los cuales fueron emulados en otros estados de la República. Fue una historia con una visión moderna, trabajé con varios colegas especializados en diferentes periodos. Los revisamos para que tuviera un solo estilo y no hubiera contradicciones, no lo conseguimos muy bien, pero el libro se terminó a tiempo.
“Tuvo una distribución eficiente pero rara porque se vendió a muy bajo precio en una cadena de supermercados, cada semana un tomo. El primero se agotó en tres días, el segundo en dos, el tercero y el cuarto en tres horas.
Los lectores se agolparon, hubo entusiasmo, tuvo un precio accesible. Fueron 6 mil ejemplares de cada uno, pero no se formaron 6 mil colecciones, porque hubo personas a las que les faltó uno u otro tomo. Un desastre porque nunca llegó a las librerías.
Debido a la presión del público que pedía una nueva edición, hace 10 años el doctor Murià comenzó a trabajar en una nueva versión de Historia general de Jalisco, “quienes hicimos aquel primer trabajo pensamos también que la edición debía cambiar porque han aparecido nuevos trabajos, nuevos enfoques, y han pasado 20 años muy intensos.
Comenzamos una redición, pero con mucha discreción, cambiamos algunos colaboradores, otros fueron los mismos y nos pusimos a trabajar. Se editaron 4 mil ejemplares de cada uno de los seis tomos, que ahora van juntos en una caja; 2 mil colecciones se las quedó el gobierno del estado y 2 mil están ya en librerías.
Murià reitera que intentaron hacer una historia universal de Jalisco, en primer lugar al exponer las relaciones con el país, con la capital de México, pero también con el mundo, pues no concebimos la historia del estado fuera de la historia de la República, como tampoco se puede concebir la historia de México sin hablar de Jalisco, de Michoacán, de todas las entidades
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La historia que se narra en estos libros, continúa el especialista, “no tiene un final abrupto ni deshilachado. Cuenta con un apéndice en el que se habla de lo ocurrido desde 1982 hasta estos años, pues entre otras cosas, en 1995 tuvimos al primer gobernador del PAN en el país, y hablamos de cómo se desenvolvieron esos gobiernos. La última frase es el discurso del actual gobernados, claro, diciendo, voy a hacer.
“Para la historia y para el historiador existe un problema básico, que cuando se escribe de alguna persona o tema cercano a la actualidad, pues aparecen personas cercanas a las versiones. Hay personas que salen en defensa de sus familiares, y hay muchos que tienen razón en tener opiniones contrarias al historiador, que lo vio de una manera, pero la otra persona lo supo porque sucedió en su casa.
Por eso el libro más polémico que tenemos es el último tomo de esta obra, porque hablamos de los años recientes. Tampoco se trata de ofender a nadie, pero a diferencia de la historia que se hacía en el siglo XIX, pensamos que la función del historiador es ayudar a explicar y entender lo que pasó, sin decir si alguien o algo fue bueno o malo, si era patriota o traidor; sólo exponer los hechos con todos los elementos de conocimiento posibles
, concluye Murià.