Con una vibrante celebración por el centenario del natalicio del padre y rey del mambo, Dámaso Pérez Prado (Matanzas, Cuba, 1916-CDMX, 1989) cerrará el domingo la edición 33 del Festival del Centro Histórico en la plancha del Zócalo capitalino.

El concierto, organizado por la Secretaría de Cultura capitalina, será un homenaje al compositor cubano, en el que se recreará su herencia, con la participación del pianista Héctor Infanzón, además de los músicos del Programa de Orquestas y Coros Juveniles de la Ciudad de México, la Filarmónica Juvenil Armando Zayas y la de Pérez Prado, llamada Los Reyes del Mambo. La dirección estará a cargo de los maestros Ariel Hinojosa Salicrup, Jorge Barradas, Juan Ramón Corona y Mario Cárdenas.

En la plancha del Zócalo se escucharán las obras de dos grandes compositores mexicanos: Eugenio Toussaint y Héctor Infanzón, con las cuales los asistentes recordarán una época con el festivo sonido de origen cubano, resultado de la música vernácula de ese país, que hizo famoso a Pérez Prado.

Los asistentes podrán bailar con Suite rumbera (de Infanzón), La chula linda, el legendario Mambo del Politécnico y Mambo en sax, piezas orquestadas por Infanzón. También se escucharán el popurrí Mambos de Pérez Prado, de Toussaint, y una selección con arreglos originales del cubano, que será interpretada por la Orquesta Los Reyes del Mambo.

La agrupación del compositor isleño fue fundada por Mario Cárdenas, quien lo acompañó varios años en giras por diversos países.

En esta ocasión, dijo a La Jornada, invitamos a los chamaquitos, jovencitos y a todos para que vayan a bailar y recordar el mambo, que está vigente y sonando.

De la Orquesta Los Reyes del Mambo se escucharán los compases del Mambo No. 8, el Mambo No.5, La niña popof, Concierto para bongó, Patricia y La chula linda, por mencionar algunas piezas.

Legó un tesoro

Al público le quiero agradecer que actualmente esté exigiendo mambo, señaló el músico, quien destacó la gran inteligencia de Pérez Prado, quien nos legó este tesoro.

Esas piezas, agregó, se hicieron con músicos mexicanos y por eso seguimos tocando con esa herencia.

Cárdenas recordó el origen y sentido de esta agrupación: Antes de que muriera Pérez Prado grabé un disco con la orquesta pero sin él. En una ocasión nos presentábamos en el teatro Blanquita, pero él ya estaba muy enfermo de diabetes, así que en las tres o cuatro últimas canciones ya se veía muy cansado.

Pero, prosiguió, “yo quería que su música siguiera sonando cuando ya no estuviera entre nosotros. Entonces, por consejo de Venus Rey, secretario del sindicato de músicos, registré el nombre de Los Reyes del Mambo, para llevar el estandarte del Rey del mambo, porque él es el rey. La intención de la orquesta es llevar el sonido de Pérez Prado a las nuevas generaciones”.

El pianista Héctor Infanzón, quien participará con tres arreglos y tocará algunas variaciones de los mambos, afimó que el homenaje a Pérez Prado es una gran ocasión para celebrar al cubano, cuya música impactó más de medio siglo al mundo entero. De manera especial, le dio color al México de los años 50.

Por eso, agregó, cuando escuchamos esa música se recuerda la vida nocturna, los centros de baile, una época esta impregnada con el color que le dieron los mambos a esta ciudad, con estas piezas de carácter muy citadino.

Dámaso Pérez Prado fue un músico muy controversial, incluso en Nueva York se querían agenciar el origen del mambo; no obstante, los que hacen este ritmo allá tienen todavía ese pequeño celo de que haya surgido en México.

La edición 33 del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México comenzó el 30 de marzo y seerán 18 días de actividades entre música, danza, ópera, teatro, talleres, conferencias, exposiciones y homenajes a varios creadores.

El concierto homenaje a Dámaso Pérez Prado, el domingo, empezará a las 18 horas.