Miércoles 12 de abril de 2017, p. 14
El crecimiento desordenado en la Ciudad de México y la falta de incentivos gubernamentales propiciaron que en las dos décadas recientes la superficie dedicada a la siembra de maíz se redujera en casi 5 mil 500 hectáreas, señaló Javier López Macías, presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social (Unimoss).
Por lo anterior, dijo, la producción pasó de 18 mil hectáreas cultivadas en la década de los 90 a cerca de 13 mil hectáreas hace dos años, y derivado de esto, la Ciudad de México tiene dependencia agroalimentaria
. Detalló que en las regiones rurales de la capital la producción agropecuaria es mínima; apenas se cultiva algo de maíz, nopal, avena, papa, brócoli, apio, zanahoria, lechuga y romeritos, así como ganadería de pequeña escala.
Este panorama nos demuestra que con la reducción acelerada de tierra cultivable, es dependiente de la producción y abasto de la dieta del consumidor citadino, como maíz, frijol, garbanzo, papa y jitomate, además de las frutas
. Al encabezar la constitución de Unimoss Ciudad de México, que será coordinada por José Luis Torres Ortega, lamentó que los campos agrícolas hayan sido urbanizados.
Agregó que el otro problema es la falta de apoyos para el desarrollo agropecuario de la capital, ya que prácticamente no existen programas ni esquemas para organizar a los productores y dar valor agregado a sus productos.